ICE refuerza sus estrategias contra la inmigración ilegal en Estados Unidos, anunciando medidas más enérgicas que afectarán a este sector en particular.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) continúa con sus medidas para erradicar a todo inmigrante ilegal presente en Estados Unidos. Según informes del jefe de la agencia migratoria, los oficiales federales están obligados a arrestar a todo residente ilegal, ejerciendo mayor fuerza en los trabajadores no autorizados.
En la misma línea, Todd Lyons, director interino de ICE, manifestó que todo esfuerzo se centrará en arrestar y deportar a "los peores de los peores", como aquellos trabajadores ilegales y los que cuentan con antecedentes penales graves. ¿Qué más se sabe sobre esta medida? Aquí te contamos.
Según CBS News, la actual dirección del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha retomado con fuerza las redadas en centros laborales, priorizando no solo la detención de trabajadores sin autorización legal, sino también la persecución penal de las empresas que los contratan.
En base a lo detallado por Todd Lyons, estas acciones buscan desmantelar redes de explotación y visibilizar prácticas como el trabajo forzoso o el uso de mano de obra infantil. Cabe mencionar que a pesar de la preocupación en sectores económicos como la agricultura, la hostelería o el procesamiento de alimentos, ICE dejó sin efecto una breve pausa en estas redadas y reafirmó que no existe ninguna restricción para actuar en esos espacios.
Lyons señaló que el objetivo es responsabilizar también a empleadores que se benefician de trabajadores en situación migratoria irregular. En sus palabras, contratar inmigrantes sin papeles no es “un delito sin víctimas”, y muchas investigaciones revelan explotación laboral encubierta bajo relaciones laborales aparentemente legales.
En cuanto al enfoque migratorio general, ICE ha adoptado una postura más agresiva bajo la nueva administración. Aunque se sigue priorizando la detención de inmigrantes con antecedentes penales graves, ya no se excluye de los operativos a quienes se encuentran ilegalmente en el país pero no tienen historial delictivo.
Lyons justificó esta decisión señalando que la falta de cooperación de estados y ciudades con políticas de santuario obliga a ICE a intervenir directamente en las comunidades, generando un aumento en los arrestos colaterales —aquellos que afectan a personas no buscadas originalmente pero que se encuentran sin estatus legal.