El Departamento de Transporte de EE. UU. acusa a México de tratar de manera injusta a las aerolíneas estadounidenses en sus aeropuertos.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, indicó que la administración de Joe Biden ha permitido que México no cumpla con el acuerdo bilateral de aviación, pero dejó en claro que esto termina hoy. Ante esta situación, el gobierno de Estados Unidos ha optado por imponer nuevas restricciones a las aerolíneas mexicanas, lo que podría complicar la colaboración entre Aeroméxico y Delta.
Duffy dio a conocer nuevas acciones para enfrentar lo que considera una violación seria del Acuerdo de Transporte Aéreo, en un momento en que las tensiones aumentan debido a las prácticas anticompetitivas de México en la industria aérea.
Las nuevas normativas impuestas por el gobierno del presidente de EE. UU., Donald Trump, requieren que cualquier vuelo chárter de aeronaves grandes, ya sea de pasajeros o de carga, que provenga de México, obtenga una autorización previa del Departamento de Transporte (DOT). Esta acción tiene como objetivo asegurar un mayor control sobre las operaciones aéreas entre los dos países.
Además, Duffy propuso revocar la inmunidad antimonopolio (ATI) que permite a la alianza entre Delta y Aeroméxico operar sin restricciones. Esta acción se considera crucial para abordar los problemas de competencia en el mercado aéreo, según el comunicado del DOT.
En respuesta a las amenazas de aranceles y restricciones, el Gobierno mexicano, liderado por Claudia Sheinbaum, comenzó negociaciones con Estados Unidos para proteger a las empresas y empleos en ambos lados de la frontera. México considera que las nuevas medidas son un "trato injusto" y busca encontrar soluciones que beneficien a ambas naciones.
Estados Unidos sostiene que México ha violado el acuerdo aéreo bilateral desde 2022, cuando se obligó a las aerolíneas estadounidenses de carga a trasladar sus operaciones del aeropuerto Benito Juárez (MEX) al nuevo aeródromo Felipe Ángeles. Esta reubicación, a casi 50 kilómetros de distancia, ha generado costos adicionales significativos para las empresas estadounidenses.
El DOT argumenta que, al restringir las franjas horarias y exigir el traslado de operaciones, México perturbó el mercado, dejando a las empresas de EE. UU. con pérdidas millonarias. Esta situación llevó a la administración de Trump a tomar medidas correctivas para proteger los intereses de las aerolíneas estadounidenses.
El secretario Duffy enfatizó que estas acciones deben servir como advertencia a cualquier país que intente aprovecharse de Estados Unidos y su mercado aéreo. Además, se está monitoreando de cerca a otros países, incluidos los europeos, para evitar que implementen restricciones operativas injustificadas.