La Casa Blanca presenta la medida como parte de un plan para combatir la indigencia en ciudades como Los Ángeles, San Francisco y Nueva York.
En medio de la creciente preocupación por la crisis de vivienda en Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha generado controversia al firmar una orden ejecutiva que da a los gobiernos locales la capacidad de remover a personas sin hogar de las calles. Esta medida, centrada en la seguridad pública, autoriza el internamiento de personas en centros de tratamiento sin su consentimiento, si se considera que tienen problemas mentales o suponen un riesgo para los demás.
La orden ejecutiva de Donald Trump instruye a la fiscal general, Pam Bondi, a iniciar acciones legales para revertir los decretos judiciales que limitan la capacidad de los gobiernos locales y estatales para llevar a cabo estos traslados.
Además, se le ordena proporcionar apoyo jurídico a aquellos gobiernos que implementen internamientos civiles en centros de tratamiento, argumentando que algunas personas no pueden cuidar de sí mismas. Esta estrategia busca facilitar la ejecución de la nueva política en un contexto legal que ha sido restrictivo hasta ahora.
En el texto de la orden, Trump sostiene que "el traslado de las personas sin hogar a instituciones de larga estancia para que reciban un trato humano mediante el uso adecuado del internamiento civil restablecerá el orden público". Esta afirmación ha generado un intenso debate sobre los derechos de las personas afectadas y la ética de tales medidas.
Otro aspecto relevante de la normativa es la obligación impuesta a los departamentos de Justicia, Salud y Servicios Humanos, Vivienda y Transporte de priorizar las subvenciones federales hacia las jurisdicciones que apliquen de manera estricta las prohibiciones contra el consumo abierto de drogas ilícitas, el merodeo y el acampe en espacios urbanos.
Esta medida busca incentivar a los gobiernos locales a adoptar un enfoque más agresivo en la gestión de la indigencia, alineándose con la visión de la administración Trump sobre la seguridad pública.
La acción ejecutiva se enmarca en una serie de medidas adoptadas por la administración Donald Trump para abordar la creciente visibilidad de la indigencia en ciudades como Los Ángeles, San Francisco y Nueva York. En marzo, el presidente ya había ordenado al Servicio de Parques Nacionales desmantelar campamentos de personas sin techo en terrenos federales.
Según datos de la Casa Blanca, en una sola noche de 2024 se registraron 274.224 personas viviendo en las calles, la cifra más alta desde que existen registros, lo que subraya la urgencia de la situación.