La caída en matrículas internacionales inquieta a universidades estadounidenses que dependen de estudiantes extranjeros y tienen presupuestos ajustados.
Según el Los Angeles Times, este verano varios estudiantes internacionales que querían estudiar en la Universidad de Central Missouri enfrentaron dificultades para obtener sus visas o conseguir entrevistas. Aunque el interés seguía siendo fuerte, la cantidad de nuevos estudiantes de posgrado extranjeros que se inscribieron para el otoño se redujo a la mitad en comparación con el año pasado.
Las políticas antiinmigrantes de Donald Trump han generado inestabilidad financiera en muchas universidades, porque los estudiantes inmigrantes, sin acceso a ayudas federales, deben cubrir matrículas completas, mucho más caras que las tarifas estatales. Esta reducción de alumnos internacionales impacta no solo en las finanzas de las instituciones, sino también en las oportunidades de becas y apoyos para los estudiantes locales.
Por ejemplo, según Los Angeles Times, la Universidad de Central Missouri, una institución pública pequeña con un presupuesto limitado de US$65 millones, depende en gran medida de los estudiantes internacionales, quienes aportan cerca del 25% de los ingresos por matrículas. La disminución en el número de estos estudiantes dificulta mantener el apoyo económico para los alumnos locales.
Roger Best, presidente de la universidad, afirma que "es imposible subsidiar en la misma medida a los estudiantes locales cuando los ingresos generados por los estudiantes internacionales disminuyen".
La caída en las matriculaciones internacionales ha generado preocupación en muchas universidades del país, especialmente en aquellas con presupuestos ajustados y alta dependencia de los estudiantes inmigrantes.
Un análisis de Associated Press reveló que en más de 100 universidades con dotaciones menores a US$250.000 por estudiante, los estudiantes extranjeros representan al menos el 20% de las matrículas. Este grupo incluye tanto pequeñas instituciones cristianas como grandes universidades, como Northeastern y Carnegie Mellon.
La administración de Donald Trump ha intensificado el control sobre las visas estudiantiles como parte de un esfuerzo por reformar la educación superior y limitar la cantidad de alumnos extranjeros en Estados Unidos.
Entre las medidas implementadas se encuentran la suspensión temporal de citas para visas y un aumento en la revisión de las redes sociales de los solicitantes. Además, el Departamento de Seguridad Nacional propuso recientemente limitar el tiempo que los estudiantes internacionales pueden permanecer en el país.