Las rigurosas normas migratorias provocan inquietud tanto en los estudiantes como en el personal educativo de Washington D.C., la capital estadounidense.
Según Associated Press, a finales del mes pasado las escuelas en Washington reabrieron en un ambiente tenso por un notable aumento de la presencia policial. Agentes enmascarados de ICE comenzaron a patrullar vecindarios habitualmente tranquilos, generando miedo en las comunidades. Esta situación, que se replica en otras grandes ciudades con despliegue federal, afecta negativamente a niños y familias.
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La mayor presencia de ICE en comunidades de Washington ha creado un ambiente de miedo que impacta la vida diaria de los estudiantes. Muchos niños sufren ansiedad por la detención de sus padres y temen la separación familiar. Padres y maestros buscan cómo explicar esta realidad a los menores, esforzándose por mantener la calma en las escuelas.
Ben Williams, profesor y miembro de la Junta Estatal de Educación del Distrito de Columbia, describió cómo este clima de temor genera una inseguridad constante. "Los estudiantes sienten un miedo profundo al ir y venir de la escuela, preocupados porque un familiar o alguien cercano podría ser detenido en cualquier momento", explicó a Associated Press.
Además del impacto emocional, este miedo ha provocado una notable disminución en la asistencia escolar, especialmente entre estudiantes latinos con vínculos familiares con inmigrantes. Estudios recientes muestran que las redadas cerca de las escuelas están relacionadas con un peor desempeño académico en estos niños.
Una parte significativa de los niños afectados son ciudadanos estadounidenses que viven con padres indocumentados. Según el Centro de Investigación Pew, en 2023 había aproximadamente 4.6 millones de niños nacidos en Estados Unidos que convivían con al menos un padre sin autorización legal, y 1.5 millones de niños no tenían permiso legal para residir en el país.
Según Associated Press, la disminución en la asistencia escolar por temor a deportaciones no es solo en Washington. Desde la llegada de la administración Trump en enero, distritos escolares en todo Estados Unidos reportaron que padres inmigrantes mantienen a sus hijos en casa. En el Valle Central de California, un estudio de la Universidad de Stanford reveló un aumento del 22% en ausencias durante los meses con redadas intensificadas, comparado con años previos.
En Estados Unidos, los niños migrantes indocumentados tienen derecho a asistir a escuelas públicas desde kínder hasta 12º grado, según la histórica decisión de la Corte Suprema de 1982 en el caso Plyler v. Doe. Esta sentencia establece que: