Una ciudadana estadounidense analiza autodeportarse con su esposo inmigrante para evitar que ICE lo detenga en Florida.
Una historia de amor se enfrenta a un duro desafío migratorio en Florida. Lindsay Cote, ciudadana estadounidense, está considerando abandonar el país junto a su esposo hondureño, José Rodríguez López, para evitar que el U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) lo detenga y lo deporte. La pareja lleva una década casada y ha intentado sin éxito regularizar su estatus migratorio.
El miedo a la separación marca a cientos de parejas inmigrantes.
Rodríguez López solicitó la petición I-130, un proceso legal que permite a los cónyuges de ciudadanos estadounidenses obtener residencia permanente. Sin embargo, en medio del endurecimiento de políticas migratorias durante la administración Trump, la entrevista que tenían programada en marzo fue cancelada sin explicación y nunca se reprogramó.
Tiempo después, la pareja se enteró de que el caso había sido rechazado. Hoy, Rodríguez López debe presentarse ante las autoridades migratorias, y su abogado advierte que será detenido al comparecer, según informó News Channel 8.
Ante la falta de opciones legales inmediatas, Cote y Rodríguez López evalúan solicitar una salida voluntaria, conocida como autodeportación. Este mecanismo permite a una persona abandonar EE. UU. por sus propios medios, evitando la detención y ciertas restricciones migratorias futuras.
De acuerdo con el sitio oficial de ICE, quienes optan por este proceso deben:
Este beneficio no aplica a quienes tengan antecedentes criminales graves, ingresos irregulares múltiples o hayan recibido el mismo recurso anteriormente.
La decisión de Cote no es fácil: dejar su país natal para proteger a su esposo significa renunciar a su hogar, su estabilidad laboral y su comunidad. Sin embargo, para ella, la prioridad es evitar que Rodríguez López termine detenido. "Prefiero irme con él que verlo deportado solo", expresó a medios locales.
La historia refleja el limbo legal en el que miles de familias mixtas en Estados Unidos permanecen atrapadas cada año, esperando una oportunidad para permanecer unidas.