El cierre del Gobierno de EE UU. ha generado una gran ola de solicitudes de desempleo que perjudica a funcionarios, militares y familias del sector público.
ATENCIÓN. El impacto del cierre del Gobierno de Estados Unidos ya se hace sentir con fuerza en todo el país. El Departamento de Trabajo, informó que, un total de 7.244 trabajadores federales, solicitaron por primera vez el subsidio por desempleo durante la semana que terminó el 11 de octubre, marcando el número más alto desde el cierre de enero de 2019.
Las cifras reflejan un fuerte aumento respecto a las 3.272 solicitudes registradas la semana anterior y a las 588 previas al cierre, evidenciando el deterioro económico causado por la suspensión de actividades. El aumento incluye tanto a empleados en licencia temporal sin pago, como a quienes se acogieron a programas de renuncia diferida o fueron afectados por recortes de personal impulsados por la Administración Trump.
La jueza Susan Yvonne Illston, del distrito norte de California, emitió una orden de restricción temporal que suspende los despidos dentro del Gobierno, al determinar que las notificaciones se realizaron contrarias a la ley. Según el fallo, varios empleados en licencia no tuvieron acceso a sus correos laborales, medio por el cual se enviaron los avisos de despido.
Cierre del Gobierno de EE. UU. dispara solicitudes de subsidio por desempleo.
Funcionarios del Ejecutivo argumentaron que el presidente actúa dentro de su marco legal y criticaron a la magistrada nombrada durante la administración Clinton por su supuesta inclinación progresista. Mientras tanto, la incertidumbre persiste para más de 10.000 empleados públicos que aún esperan una decisión definitiva de los tribunales.
El cierre del Gobierno ha tenido consecuencias más allá del ámbito burocrático. Más de 1.3 millones de soldados activos enfrentan retrasos en el pago de sus salarios, lo que ha llevado a familias militares a depender de bancos de alimentos. Además, la falta de controladores aéreos ha provocado retrasos en aeropuertos clave como Boston, Chicago y Las Vegas, mientras aumenta el ausentismo por enfermedad o falta de recursos.
La crisis federal continúa sin solución a la vista, mientras el Departamento de Trabajo advierte que el número de solicitudes por desempleo podría seguir creciendo si el Congreso no alcanza un acuerdo presupuestario en los próximos días.