La CBP puede retener tu dinero si no lo declaras al viajar. Existen vías legales para recuperarlo, pero requieren rapidez y asesoría profesional.
En aeropuertos de Estados Unidos, muchos viajeros terminan perdiendo grandes sumas porque no declaran montos superiores a los US$10.000, un requisito obligatorio para demostrar el origen lícito del dinero. Aunque llevar más de esa cantidad es completamente legal, omitir la declaración puede activar una incautación inmediata.
Ante una retención, el tiempo juega en contra: el aviso oficial llega por escrito y la respuesta debe enviarse rápidamente. Abogados especializados recomiendan actuar con asesoría profesional, pues el proceso es técnico y se basa en evidencia legal.
La CBP solo devuelve el dinero si pruebas su origen legal.
Según la firma Great Lakes Custom Law, existen tres vías principales para lograr que la CBP devuelva los fondos:
En cualquiera de estas opciones, el viajero debe demostrar que los fondos provienen de una fuente legítima y cumplir con todos los formularios requeridos.
La normativa aplica no solo a efectivo, sino también a cualquier instrumento monetario, incluyendo:
Cualquier suma combinada que supere los US$10.000 debe declararse al ingresar o salir de Estados Unidos.
El gobierno busca prevenir delitos financieros, lavado de dinero y movimientos ilícitos de fondos. La declaración no genera impuestos ni restricciones; solo permite verificar el origen del dinero. Si el viajero cumple con las reglas, puede transportar cualquier cantidad sin problemas.
Los abogados recomiendan reunir comprobantes como recibos, contratos, estados bancarios, cartas notariales o cualquier documento que demuestre el origen legítimo de los fondos. Presentarlos desde el inicio acelera el proceso y reduce el riesgo de que el gobierno retenga el dinero de forma definitiva.