El divorcio no elimina automáticamente el estatus migratorio, pero ciertos grupos sí pueden quedar en riesgo si su residencia depende del matrimonio.
Para muchos inmigrantes, el matrimonio con un ciudadano estadounidense es una vía rápida hacia la residencia permanente. Sin embargo, cuando la relación termina, surgen dudas sobre si el estatus podría desaparecer. Expertos en inmigración señalan que el impacto del divorcio depende del tipo de residencia y del momento en que ocurre. USCIS explica que los residentes permanentes condicionales aquellos que recibieron una green card temporal de dos años mediante matrimonio no pierden automáticamente su estatus. No obstante, sí deben realizar trámites adicionales para evitar complicaciones.
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Uno de ellos es el formulario I-751, que permite cancelar las condiciones de la residencia si el matrimonio terminó, siempre que este haya sido genuino. El abogado de inmigración Julio Oyhanarte detalla qué considerar en estos casos y cuáles son los errores que más afectan a los migrantes.
Expertos advierten que las visas dependientes son las más vulnerables.
El abogado recomienda, cuando sea posible, optar por una separación temporal mientras se obtiene la residencia permanente, se cumplen los dos años del matrimonio o se califican otros factores que faciliten la naturalización.
Los expertos sugieren reunir pruebas del matrimonio genuino, asesorarse con un abogado antes de iniciar el trámite y evitar decisiones impulsivas que puedan afectar procesos pendientes. Mantener documentación, no abandonar trámites en curso y pedir orientación profesional puede marcar la diferencia.
Los abogados recomiendan revisar el tipo de residencia que posees: si es condicional, derivada o permanente. Los residentes condicionales deben actuar rápido y presentar el formulario adecuado; quienes tienen visas dependientes deben buscar una alternativa legal antes de que el divorcio se haga efectivo. En todos los casos, la clave es recibir asesoría profesional y no dejar vencer plazos.