Temperaturas bajo cero, nevadas intensas y riesgo de inundaciones afectan a gran parte del país y mantendrán condiciones críticas durante varios días.
Una poderosa irrupción de aire ártico se apoderó de gran parte de Estados Unidos y mantiene bajo condiciones extremas a regiones que van desde las Grandes Llanuras hasta la costa este. El fenómeno combina temperaturas inusualmente bajas, nevadas persistentes y episodios de lluvias intensas, afectando a más de noventa millones de personas.
Meteorólogos advierten que no se trata de un evento pasajero. El sistema permanecerá activo durante varios días, con su punto más crítico previsto hasta el lunes 15 de diciembre, lo que incrementa los riesgos para la salud, la movilidad y los servicios básicos.
Frente ártico podría batir récords históricos en varias regiones.
Durante el fin de semana, las condiciones más severas se concentran en el Medio Oeste y el norte de las Grandes Llanuras, donde los valores nocturnos podrían desplomarse hasta los -25 °C, con sensaciones térmicas aún más extremas. Estados como Dakota del Norte, Dakota del Sur, Minnesota y Wisconsin figuran entre los más afectados.
Con el avance del sistema, el aire gélido se desplazará hacia el noreste y el sur, alcanzando ciudades poco acostumbradas a este tipo de temperaturas. Para el inicio de la semana, se esperan mínimas cercanas o inferiores a los -10 °C en zonas del sureste, con probabilidad de romper récords históricos en varias localidades.
El frente frío llega acompañado por intensas nevadas impulsadas por un sistema rápido que avanza desde el centro del país hacia el este. En estados como Iowa e Illinois se esperan acumulaciones significativas, mientras que los Apalaches y el Atlántico medio podrían registrar mayores espesores.
Las consecuencias ya se reflejan en las rutas. En Illinois, la nieve provocó accidentes graves y el cierre de tramos clave de autopistas, luego de choques múltiples que involucraron camiones y vehículos pesados, complicando aún más la circulación.
Las grandes áreas urbanas del noreste enfrentan su primer evento invernal relevante de la temporada. Nueva York, Filadelfia y sectores de Nueva Jersey y Long Island se preparan para nevadas moderadas a intensas, con advertencias activas en el corredor de la I-95.
Las autoridades locales desplegaron quitanieves, equipos de sal y pidieron limitar los desplazamientos. En paralelo, gobernadores y alcaldes advirtieron sobre la combinación de frío extremo, nieve y viento, que eleva el riesgo de accidentes y cortes de energía.
El impacto no se limita al hielo y la nieve. En el noroeste, las lluvias persistentes mantienen inundaciones fluviales en sectores del estado de Washington. Aunque se prevé una breve tregua, nuevos sistemas podrían reactivar las precipitaciones y los vientos fuertes en los próximos días.
Según los servicios meteorológicos, más de 50 millones de personas están bajo advertencias por clima invernal, mientras que las alertas por frío extremo alcanzan a más de 90 millones de habitantes en al menos 21 estados, desde Montana hasta el norte de Florida.
Los pronósticos indican que, tras el paso de este sistema, las temperaturas podrían comenzar a subir de manera gradual. Sin embargo, antes de ese respiro, Estados Unidos deberá atravesar un fin de semana marcado por condiciones severas, con frío polar, nevadas generalizadas y múltiples complicaciones.