El Departamento de Estado actualizó su lista de alerta máxima para ciudadanos estadounidenses, advirtiendo sobre zonas de alto peligro en México, Venezuela y Haití.
El Gobierno de Estados Unidos actualizó este miércoles 3 de diciembre su lista de alertas de viaje, clasificando ocho regiones de América Latina con el nivel 4, es decir, “no viajar”. Esta categoría refleja el riesgo extremo que representan para la vida y seguridad de cualquier ciudadano estadounidense. Aun así, la administración ofrece recomendaciones para quienes decidan visitar estas zonas a pesar del aviso.
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La lista incluye a Venezuela, Haití y seis estados de México: Sinaloa, Zacatecas, Tamaulipas, Colima, Michoacán y Guerrero. Según el Departamento de Estado, estas áreas presentan peligros que van desde secuestros, terrorismo, delincuencia organizada y disturbios civiles hasta deficiente infraestructura sanitaria y riesgo de detención arbitraria. Washington enfatiza que su capacidad para asistir a los ciudadanos estadounidenses en estas regiones puede ser muy limitada o incluso nula.
El Departamento de Estado ofrece recomendaciones para quienes decidan visitar estas zonas.
El gobierno de EE. UU. sugiere que los ciudadanos que se aventuren a estos destinos tomen precauciones extremas: evitar objetos de valor visibles, planificar rutas seguras, utilizar rastreadores GPS y mantener comunicación constante con familiares. También se aconseja conocer la ubicación de hospitales, comisarías y la embajada estadounidense, llevar un silbato o alarma personal, y no compartir planes detallados en redes sociales.
Las alertas de viaje se actualizan según el nivel de riesgo: los niveles 1 y 2 se revisan anualmente, mientras que los niveles 3 y 4 se actualizan al menos cada seis meses. Este seguimiento permite que los ciudadanos estadounidenses estén informados sobre las zonas que representan un peligro significativo y puedan tomar decisiones fundamentadas sobre sus viajes.
Aunque el gobierno estadounidense recomienda no viajar, quienes insistan en hacerlo deben extremar precauciones. Mantener un contacto constante con familiares, conocer la ubicación de hospitales y estaciones de policía, y contar con aplicaciones de mapas sin conexión son medidas fundamentales para minimizar riesgos.
Además, es crucial evitar mostrar objetos de valor, llevar siempre un rastreador GPS activo y preparar un plan de emergencia. La preparación, el sentido común y la información actualizada pueden ser la diferencia entre un viaje seguro y una situación peligrosa en estas regiones de Latinoamérica.