Autoridades activaron advertencias sanitarias tras detectar niveles peligrosos de partículas finas que ponen en riesgo a toda la población.
Una alerta ambiental se activó en varias comunidades del norte de California luego de que los sensores oficiales registraran concentraciones elevadas de contaminación atmosférica consideradas dañinas para la salud. Las autoridades recomendaron a los residentes evitar salir de sus hogares y reducir cualquier actividad al aire libre.
De acuerdo con los registros del sistema federal de monitoreo de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la calidad del aire alcanzó el nivel “no saludable” debido a la presencia de partículas finas PM2.5, un contaminante altamente riesgoso incluso para personas sin enfermedades previas.
Autoridades piden no salir de casa por contaminación.
Las advertencias impactan a localidades como Summerville, Lewiston, Hayfork y Weaverville, donde el Índice de Calidad del Aire (AQI) superó los 150 puntos, umbral que activa protocolos de protección para toda la población.
Según la Junta de Recursos del Aire de California, este tipo de episodios exige medidas inmediatas, ya que las partículas PM2.5 pueden ingresar profundamente en los pulmones y pasar al torrente sanguíneo. Los grupos más vulnerables incluyen niños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades cardíacas o respiratorias.
Autoridades ambientales advierten que la exposición prolongada puede provocar crisis asmáticas, dificultad respiratoria, dolor en el pecho y aumento de hospitalizaciones, de acuerdo con estudios del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El norte de California ha enfrentado en años recientes episodios recurrentes de mala calidad del aire, asociados a incendios forestales, acumulación de humo y condiciones meteorológicas que impiden la dispersión de contaminantes. A esto se suman fuentes humanas como el tránsito vehicular y ciertas actividades industriales.
Las autoridades sanitarias instan a seguir estas medidas mientras dure la alerta:
“La exposición a estos niveles de partículas puede generar efectos graves en poco tiempo”, advirtieron voceros ambientales en comunicados recientes.
Los organismos estatales y federales continúan monitoreando la evolución del aire en tiempo real. Si las condiciones no mejoran, podrían ampliarse las advertencias o aplicarse nuevas restricciones. Escuelas y centros de salud ya evalúan ajustes preventivos en sus actividades.
Mientras tanto, se recomienda a los residentes mantenerse informados y no subestimar las alertas, ya que el impacto más inmediato es la alteración de la rutina diaria y la necesidad de reducir al mínimo la exposición al aire exterior.