Andar por el camino errado sin medir las consecuencias le costó muy caro al jugador Christian Adrianzén. En un abrir y cerrar de ojos el extremo de Alianza Lima perdió su libertad, su trabajo y sembró el dolor en su sagrada familia, y todo por malas decisiones.
La historia es de impacto. Adrianzén es acusado de abusar sexualmente de una joven de 19 años de edad y mientras continúan las investigaciones se encuentra en una celda fría y oscura en la fiscalía del distrito de Villa el Salvador.
Desde el domingo por la noche el futbolista profesional vive un infierno y se lo ganó a pulso. Los medios empezaron a bombardear con la noticia y en ella acompañaba una fotografía donde el jugador aparecía con el rostro desencajado en plena comisaría de Punta Hermosa junto a tres sujetos tras ser intervenidos.
El futbolista -horas después- frente a las cámaras de la policía aceptó que mantuvo relaciones sexuales con la mujer y no logra sustentar bien su defensa. El protagonismo que había perdido en los medios deportivos a raíz de su poco juego, Christian lo recuperó pero por esta noticia. Alianza lo separó por un posible delito que investigan las autoridades.