Las preocupaciones de Pablo Bengoechea —la inmediatez es una condena cuando se trabaja al yankempó— son múltiples pero, según sus prioridades, no entendía el porqué se dejaba en el limbo la renovación del contrato de Kevin Quevedo, digamos el único “diferente” por estos tiempos difíciles en Alianza Lima.
Por ende, pidió a viva voz que aseguren su continuidad al menos hasta fin de año con el propósito de sostener el plan de trabajo inmediato. Y es que las propuestas por el jugador —Bengoechea está informado de todo— aparecen desde diversos frentes. Entonces, su temor tiene fundamentos.
La intención del club es ampliarle el vínculo contractual por dos temporadas a fin de negociar directamente cualquier oferta de salida al extranjero.