Julio César Uribe fue uno de los futbolistas más importantes que haya dado el fútbol peruano, era portador de una destreza singular para el traslado del balón que solo tienen los crack, vistió la gloriosa camiseta de la selección en el mundial de España 82 y su legado es imborrable en las ligas de Italia, México y Colombia, donde acabaría su grandiosa carrera como jugador de fútbol profesional. Hace 26 años decidió ser entrenador para continuar ligado a su gran pasión y hoy sin temor a equivocarnos es catalogado uno de los mejores estrategas de nuestro medio con cartel internacional.
El “Diamante” o el “Emperador”, apelativos que sintetizan todo lo grande que fue su historia vestido de corto, actualmente se desempeña como asesor deportivo en la municipalidad de Jesús María tras su participación como comentarista en ESPN, pero se lo nota ansioso por retornar a la palestra detrás de la línea de cal para seguir aportando su grano de arena en la mejora del fútbol nacional.
El día viernes reapareció en una transmisión en vivo vía Instagram desde la cuenta ‘Academia Car el Diamante’, la cuna de las futuras joyas del fútbol nacional e internacional. Lucía la barba crecida en señal clara de una cuarentena bien cumplida. En el otro lado, su hijo, Julio Edson, manejaba los hilos de la comunicación que cautivó a miles de peruanos que se engancharon.
En la conversación, Julio César aprovechó la oportunidad para dejar en claro que el entrenador peruano no es menos que nadie y que él tiene toda la capacidad para volver a dirigir Alianza Lima como ocurrió el año 95’, cuando luego de una campaña buena en Deportivo Municipal la dirigencia blanquiazul lo llamó para reemplazar al chileno Ramón Estay precedido de una racha adversa traducida en cuatro derrotas consecutivas.
“Le quiero recordar a los hinchas que yo dirigí Alianza Lima, pero solamente fueron dos meses; tomé al equipo noveno, sucediendo a Ramón Estay, y terminamos primero, empatados con la U”, señaló.
Y dibujando un ceño fruncido en la frente, recalcó. “Si me hice cargo del equipo estando noveno y en dos meses termino primero, empatado con la U, ¿el trabajo es bueno, no? Entonces ¿por qué no puedo dirigir Alianza? Si acá está el antecedente de que lo tomé noveno y en el definitorio la U nos ganó 1-0 con gol de Roberto Martínez, recuerdo perfecto”.
En ese corto proceso, Julio César Uribe derrotó dos veces a la 'U' de Sergio Markarian pero en el clásico decisivo sucumbió. Tras ser evaluado, a fin de año la dirigencia lo cesó del cargo.
“Yo hubiera seguido pero si modificaba algunas decisiones, porque propuse que se fueran los pendejos. Todos los que se creen pendejos, se van, dije. ¡Uy! los dirigentes se pusieron… (Sus ojos se le ponen saltones y sus labios gruesos forman un círculo). Un dirigente golpeó la mesa y exclamó: ‘¡Eso es lo que necesita Alianza, el cambio!’ Pero era solo uno entre siete. No seguí pero el trabajo fue bueno”, manifestó.
Enseguida, el “Diamante” hizo una reflexión. “Mis campeonatos pasan por resolver situaciones que yo no elegí, pero el día que me den el Mercedes, manejaré el Mercedes de manera sencilla y no magnificaré nada porque es Mercedes. Aquí por el contrario reventamos cohete lo que es normal, lo anormal es aquel que teniendo poco o nada, crece, no el que lo tiene todo…”.
Para culminar, puso los puntos sobre las íes. “Los peruanos no somos menos que nadie pero si tu propia gente jode y jode diciendo que eres conflictivo y difícil cuando no lo soy… Yo solo soy un líder que busca que todos sean felices y no unos cuantos; esa es la diferencia”.