El 11 de noviembre del 2019, un día después de que Evo Morales renunciaría a su cargo de presidente de Bolivia, se vivió una caótica situación cuando las fuerzas del orden cometieron abusos en contra de los ciudadanos de dicho país.
Ante ello, y con el recuerdo de lo sucedido, las victimas de aquel día buscan justicia a un año y medio de los nefastos actos por parte de los agentes del orden que en ese tiempo resguardaban el país boliviano.
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Agamenón Espejo cuenta que él fue una de las personas violentadas aquel lunes del 2019, y sostuvo que fue detenido, golpeado y amenazado por agentes en El Alto, ciudad vecina de La Paz.
“Nos agarraron (los policías) directamente a golpes, con palazos, nos patearon. Nos metieron en un cuarto y nos echaron gas lacrimógeno, nos dieron con toletes, con la cacha de las armas, nos intimidaron diciendo que nos iban a matar y a botar nuestros cuerpos”, contó Agamenón a la AFP.
Asimismo, la victima dio a conocer que su calvario no concluyó ahí. Luego de ser golpeado junto a su amigo, los trasladaron al Comando General de la Policía en La Paz donde los mostraron a la prensa con otras 20 personas y los agentes indicaron que los habían encontrado con granadas y dinamitas.
Finalmente, Espejo concluyó diciendo que luego de ser mostrados al país entero, los llevaron a un cuarto donde les aplicaron por varias horas descargas eléctricas.