Quizá hay muchas cosas que uno comienza por adaptar desde que nace, como los nombres de las cosas o de los lugares, pero... ¿alguna vez te has preguntado a profundidad la razón por la que cada cosa que conocemos existe? Todo tiene un motivo de ser.
Por ejemplo, el origen de que el año se divida en doce meses, ¿por qué no elegir otra organización? Si eres de los que cuestionan todo en la vida, quédate en las siguientes líneas para averiguar más sobre este tema.
Si nos damos un tiempo para analizar a detalle por qué el año se divide en doce partes, llegaremos a la conclusión de que no tiene ningún sentido en realidad, pues ni siquiera están bien proporcionados.
De igual manera, bajo esta premisa podríamos decir entonces que dividir el año en 365 días tampoco sería muy sensato, pero en este caso, al menos, todos los días duran lo mismo. Para que no tengas dudas, revisa a continuación la explicación.
Fueron los babilonios quienes establecieron la división del año en los doce meses que ya conocemos. Estos, hace más de 3000 años, habían establecido un poderoso reino en la región del Medio Oriente.
Sin embargo, a pesar de los ajustes, el calendario continuaba impreciso, tanto así que hacia el siglo XVI tenía diez días adicionales con respecto al ciclo astronómico.
El papa Gregorio XIII reparó el error en 1.582 eliminando once días del calendario de los países católicos para que el tiempo del hombre estuviera en armonía con las estaciones climáticas, decretó cuáles años de los siglos serían bisiestos, a través de una fórmula matemática, y estableció el 01 de enero como comienzo del año nuevo.
Cabe resaltar que, los romanos le pusieron nombre a los meses. Concretamente Rómulo, fundador de Roma. Por aquél entonces la luna marcaba la duración del mes. Su calendario tenía exactamente diez meses, siendo marzo el primero del año y diciembre el décimo
Entérate de más ingresando a Líbero.pe