El estreno del Surf en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ha tenido coronaciones, felicidad pero a su vez descontento. El brasileño Italo Ferreira y la hawaiana Carissa Moore se llevaron las preseas, pero antes de ello hubo determinaciones de los jueces que causaron polémica.
El surfista peruano Miguel Tudela fue el primero en protestar al quedar eliminado por el japonés Hiroto Ohhara en tercera ronda. "Es muy difícil entender el criterio de los jueces", comentó a la prensa al no entender por qué a dos minutos del final le habían dado la puntuación justa a su contrincante para que le superara.
Luego fue el turno del brasileño Gabriel Medina, que se enfrentaba al otro japonés, Kanoa Igarashi, en semifinales. Medina lideraba la serie con 16,76 y el nipón necesitaba un 9,09 para pasarle.
Por un aéreo parecido -y dicen que peor- al que él había conseguido antes y por el que le habían dado un 9… Igarashi obtuvo un 9,33. "Es difícil pasarse el año entrenando y esforzándome para llegar aquí y que pase esto. Hay cosas que no se pueden entender", señaló Medina visiblemente ofuscado.
En este caso, su contrincante, Igarashi sí respondió pero a través de sus redes sociales. "bla bla bla", tuiteó junto a un emoticón de risa. Horas después incrementó más aún la polémica al tuitear en portugués: "Llora llora, que yo soy feliz! jejeje".
El hecho generó la réplica inmediata de tuiteros brasileños, incluso de medios de comunicación y periodistas, en el que afirmaban "ni robando, Kanoa, ves entrenando el aéreo sin manos, porque un 9,33 por esa maniobra no te lo darán nunca más"; "dónde se surfeaba, ¿compañero?"; "feliz por robar y quedar segundo, no has ganado nada en tu vida y te comista la p*** de Italo en la final"; entre otros calificativos.