Donald Trump juega sus cartas: ¿Mantendrá relación con Venezuela por interés de Estados Unidos?
Trump necesita el petróleo de Venezuela y que los venezolanos ilegales regresen al país latinoamericano. Una alianza con Maduro podría lograr ambos objetivos.
Únete a nuestro canal de WhatsAppCon el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en un segundo mandato, la relación entre Estados Unidos y Venezuela podría tomar un giro inesperado. Durante su primer mandato, Trump adoptó una postura de confrontación directa con el régimen de Nicolás Maduro, buscando presionar por un cambio de gobierno.
Sin embargo, con el petróleo de Venezuela siendo uno de los recursos más codiciados a nivel mundial y la inmigración siendo un tema central en la agenda de Trump, la dinámica podría cambiar. ¿El presidente electo de Estados Unidos podría buscar una relación más cercana con Nicolás Maduro para cumplir sus objetivos políticos? Esta es una cuestión que muchos analistas están empezando a considerar.
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Relación Venezuela y Estados Unidos
A lo largo de la presidencia de Trump, la relación con Venezuela estuvo marcada por una postura intransigente. Las sanciones a altos funcionarios del gobierno de Maduro y el apoyo explícito a la oposición, especialmente a Juan Guaidó, fueron claves en su estrategia.
Trump incluso reconoció a Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela, un gesto que tensó aún más las relaciones entre ambos países. Además, se impusieron sanciones al petróleo venezolano, golpeando la economía del país. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, Maduro logró mantenerse en el poder con el apoyo de las fuerzas armadas y del aparato judicial, lo que generó frustración en Washington.
Para el gobierno de Biden, la situación no ha sido mucho mejor, ya que los intentos de fomentar un cambio democrático han fracasado, y la influencia estadounidense sobre Venezuela sigue siendo limitada. Este contexto podría estar por cambiar con el regreso de Trump, quien podría optar por una nueva estrategia en la que los intereses económicos y la seguridad energética tomen un papel primordial.
La situación política en Venezuela
Venezuela vive bajo un régimen autoritario con Nicolás Maduro como presidente, quien ha logrado aferrarse al poder a través de fraude electoral, represión y la eliminación de la oposición. A expensas de las denuncias sobre la falta de transparencia en las elecciones, como las ocurridas en 2023, el gobierno de Maduro ha seguido en pie gracias al control absoluto sobre las instituciones clave, como el poder judicial y las fuerzas de seguridad.
Cientos de opositores han sido encarcelados, y figuras como Edmundo González, quien había ganado las elecciones de julio, se han visto forzadas al exilio. Ante este contexto, el gobierno de Biden intentó facilitar una transición democrática al intentar negociar con el régimen de Maduro, pero los esfuerzos fueron en vano.
Pese a algunos avances en las conversaciones entre el régimen y la oposición, Maduro nunca cumplió con los acuerdos, e incluso excluyó a Corina Machado, una figura clave de la oposición, de las elecciones. En esta situación, Trump podría ver una oportunidad para cambiar la estrategia y presionar por una solución más efectiva.
Venezuela y Estados Unidos: La importancia del petróleo en la ecuación
Uno de los factores clave en la política de Trump hacia Venezuela es el petróleo. El país sudamericano posee las mayores reservas de petróleo comprobadas del mundo, lo que lo convierte en un recurso estratégico para cualquier gobierno que busque asegurarse una fuente estable de energía.
Para Trump, que priorizó la independencia energética durante su primer mandato, el acceso al petróleo venezolano podría ser un punto de inflexión importante en sus relaciones con Maduro. A su vez, podría contemplar este recurso natural como una palanca para reducir las tensiones internas en Estados Unidos sobre la inmigración.
Siendo así, el presidente electo vería en la relación con Venezuela una forma de asegurarse un suministro energético estable mientras aborda su agenda de inmigración, que fue uno de los puntos más fuertes de su campaña en 2016. El petróleo de Venezuela no solo sería una fuente estratégica para Estados Unidos, sino que también serviría para revitalizar la industria energética en el país, algo que Trump seguramente valoraría.
Maduro, por su parte, se beneficiaría económicamente, pero podría tener que ceder ciertos términos en la negociación para hacer concesiones políticas, lo que podría significar una mayor cooperación.
¿Qué rumbo podría tomar la política de Trump hacia Venezuela?
Aunque la postura de Trump hacia Venezuela fue muy dura durante su primer mandato, hay señales que indican que podría optar por un enfoque más pragmático en su segundo periodo. Con el petróleo como un atractivo crucial, Trump podría suavizar su postura hacia Maduro, con el fin de garantizar el acceso a los recursos energéticos y tratar de resolver problemas internos como la inmigración.
A pesar de las diferencias ideológicas, hay quien sugiere que Trump y Maduro podrían encontrar puntos de contacto, sobre todo en lo que respecta a los intereses económicos y la seguridad energética. En declaraciones de Bernie Moreno, un senador republicano, se confirmó que Donald Trump trabajaría con Maduro de forma estable basándose en los intereses de Estados Unidos independientemente de lo demás.