Arzobispo de Miami desafía a Trump y exige este IMPENSADO requisito en redadas de ICE

El endurecimiento de las redadas migratorias en EE.UU. ha generado gran controversia, y ahora el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, alza la voz. Con una firme postura, desafía las políticas de Donald Trump y exige un requisito clave para que ICE pueda llevar a cabo sus operativos en la Iglesia.

Esta decisión ha desatado un fuerte debate sobre el papel de la Iglesia en la protección de inmigrantes en Estados Unidos. Mientras algunos lo ven como un acto de valentía, otros critican su postura frente a la ley. ¿Qué implica realmente esta medida? Aquí te contamos todos los detalles.

Desde el inicio de su mandato, Donald Trump ha tomado medidas para cumplir una de sus promesas de campaña: intensificar las redadas y acelerar la deportación de inmigrantes indocumentados. Esta política ha generado una ola de críticas, incluyendo la del arzobispo de la Arquidiócesis de Miami, Thomas Wenski.

El líder religioso ha rechazado abiertamente las acciones migratorias de Trump y ha dejado claro que no permitirá operativos en las instalaciones de la Iglesia para la detención de inmigrantes sin documentos.

Thomas Wenski lanzó un firme desafío a Donald Trump al declarar que no permitirá el ingreso de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a las instalaciones de la Iglesia sin una orden judicial. Según el arzobispo, solo podrán realizar operativos si presentan un documento firmado por un juez.

"No habrá redadas dentro de la Iglesia, ya que es propiedad privada y está protegida por la Constitución, específicamente la Cuarta Enmienda", enfatizó Wenski en una entrevista con 'Univisión'.

Asimismo, destacó que si bien es necesario retirar de las calles a personas peligrosas, no todos los inmigrantes son delincuentes, ya que muchos forman parte esencial de la fuerza laboral del país. "Es fundamental que los migrantes conozcan sus derechos y no sean víctimas de abusos de autoridad", concluyó.

Por último, Wenski responsabilizó al Congreso de EE.UU. por la falta de acción frente a la crisis migratoria, señalando que durante más de 40 años no se ha dado una solución efectiva. Para muchos inmigrantes, esto refleja una realidad dura: vivir en la incertidumbre mientras las decisiones políticas siguen postergándose.