"Como si fuéramos delincuentes": turistas con visa denuncian el accionar de ICE

En los últimos meses, salieron a la luz testimonios de turistas que, pese a tener visas válidas, fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al ingresar a Estados Unidos. Muchos de ellos relatan haber sido tratados como si fueran delincuentes, sometidos a interrogatorios, esposados y privados de su libertad sin explicaciones claras.

Los relatos de turistas retenidos injustamente ponen de manifiesto un problema creciente: la detención de personas con documentación en regla, muchas veces por interpretaciones rígidas o fallas técnicas. Esto generó alarma en la comunidad internacional, afectando la imagen del país como destino turístico seguro y confiable.

Uno de los principales factores que está llevando a turistas a centros de detención son errores menores en la documentación migratoria, como fechas mal registradas, inconsistencias en los datos personales o malentendidos sobre el tipo de visa. En muchos casos, los viajeros llegan con todo en orden, pero un simple fallo en el sistema o una interpretación estricta de un agente de migración puede derivar en una detención inmediata.

Además, las autoridades migratorias comenzaron a aplicar criterios más rigurosos en los aeropuertos, con interrogatorios exhaustivos que, si no son superados satisfactoriamente, pueden terminar con la cancelación de la visa y la deportación inmediata. Lo preocupante es que muchos de los afectados no reciben explicaciones claras ni tienen acceso inmediato a asistencia legal, quedando en un limbo migratorio que puede durar horas o incluso días.

Los centros de detención del ICE, según denuncias recientes, presentan condiciones duras y poco humanas para quienes son retenidos. Turistas han relatado haber pasado horas esposados, sin acceso a comida adecuada, higiene básica ni información sobre su situación legal. Muchos afirman haber sido tratados con frialdad o incluso con desprecio, a pesar de no haber cometido ningún delito.

Además, los detenidos no siempre pueden comunicarse con familiares ni recibir asesoría legal de forma inmediata. Este aislamiento genera un gran impacto emocional, especialmente para personas que viajan solas o que no dominan el idioma. Para muchos, la experiencia termina siendo traumática y cambia por completo su percepción sobre Estados Unidos.