Didier Drogba: la vez que el delantero paró una guerra civil en Costa de Marfil

Didier Drogba, nacido en Costa de Marfil, es considerado como uno de los mejores de la historia en el fútbol. Tuvo un gran paso por el Olympique de Marsella, terminó consagrándose en el Chelsea y producto de ello fue que llevó a su selección, por primera vez a un Mundial y a dos finales de la Copa de África.

Sin embargo, pocos saben que, además de haber sido un jugador en el césped, también fue una extraordinaria persona. Su compromiso siempre fue ver paz en su país y en todo el continente. Actualmente es embajador de la ONU y, hace un tiempo, construyó al rededor de cinco hospitales para niños enfermos en Abiyan, que es su ciudad natal.

En el 2022, su país se vio afectado por una guerra en bando del presidente Laurent Gbabbo por el sur y "Las nuevas fuerzas armadas de Costa de Marfil", que era una fuerza rebelde del norte y dirigida por Guillaume Soro. Este último bando, quiso tomar el poder y colocó la división norte-sur. Cuando todo parecía calmado en el 2004, pues al año siguiente volvió a subir y, justamente el 5 de octubre la selección nacional de fútbol venció 3-1 a Sudán y clasificó a su primer Mundial (Alemania 20206) en toda la historia.

Todos indicaban que era la 'generación dorada' y la mejor en todos los tiempos. El equipo tenía grandes nombres como Koné, Eboué, Zokora, los reconocidos hermanos Touré y el capitán Drogba. Su ingreso a la Copa del Mundo fue muy épica, ya que Camerún erró un penal al minuto 94' en su partido. Si entraba, no hubiesen conseguido el boleto mundialista.

Para buena suerte, el país pudo seguir el partido y celebrar el hecho histórico. Fue precisamente en ese momento que Didier Drogba se arrodilló ante las cámaras del estadio sudanés de Al-Merrikh, y rodeado de todos sus compañeros, dijo: "Ciudadanos de Costa de Marfil, del norte, sur, este y oeste, les pedimos de rodillas que se perdonen los unos a los otros. Perdonen. Perdonen. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Dejen sus armas y organicen unas elecciones libres”.

“Hoy se demostró que todos los marfileños pueden coexistir y jugar juntos con un objetivo compartido: clasificarse para la Copa del Mundo. Queremos divertirnos, así que dejen de disparar su armas”. El mensaje llegó. Fue duro, pero sus palabras y las 4.000 vidas perdidas, lograron que ambos bandos puedan ir por un mismo camino e iniciaba el fin de la guerra. Luego del Mundial, a atacante le dieron el premio a mejor futbolista africano del año.

Tiempo más tarde se dirigió a Bouaké, ciudad de Costa de Marfil tomada por los rebeldes y que había sido su cuartel general, y volvió a pedir paz y unión. Es más, organizó un partido amistoso. Los funcionarios del gobierno fuertemente escoltados fueron la ciudad y al estadio. Cuando Sonó el himno, el presidente de Costa de Marfil y el líder rebelde lo cantaron juntos. Drogba supo en ese momento que la Guerra Civil había terminado. El '9' demostró mucho más que un futbolista y cumplió el sueño de ver a paz en su país.