¡Gracias, papi!

José Varela

La sonrisa de un hijo es la felicidad del hogar, es el cielo en la tierra, la fiesta del corazón... Y Edgar González puede dar fe de que no estamos exagerando, sino que fue la misma sensación que le afloró cuando su hijo Ezequiel lo llenó de besos por el gol que hacía tanto le reclamó.  

“He tenido poco tiempo para compartir con mi hijo, puesto que llegamos casi a las cinco de la mañana de Chimbote. Pero mi esposa me cuenta que, fue tanta la emoción que tuvo Ezequiel por mi gol, que se puso a llorar... La verdad esto a uno lo motiva a trabajar el doble... “.

El “Negro” anotó en el triunfo de 2-0 contra Gálvez y desea de todo corazón que la paz que hoy invade su familia sea el día a día en Matute, donde más se habla más de inestabilidad laboral debido a la crisis.

 “Los de arriba nos tienen que dar la calma para nosotros poder ganar. Ya que primero surgieron rumores de que el técnico se iba, luego que habrá rebaja de sueldo, y ahora que algunos compañeros rescindirán contrato...”., reclamó González.

“Ojalá que todos nos pongamos las pilas....”, reiteró, con la  preocupación de un descenso inminente, si es que no se logra cumplir con las planillas. 

“Si logramos la paz, estoy seguro que dejamos a Alianza en el sitial que le corresponde y yo me quito el clavo de no campeonar en dos años...”, señaló.