Lo que tu viejo no te contó: Marcos Calderón era un DT gritón, pero exitoso

Marcos Calderón fue el técnico más ganador que tuvo el fútbol peruano debido a sus títulos conseguidos con la “U”, Alianza, Sport Boys, Cristal y la selección peruana. El popular “Oso” o “Chueco”, como se le conoció, tiene una serie de anécdotas poco conocidas.

Él era un tipo de carácter fuerte y disciplinado. Comenzó dirigiendo al Inter, un equipo que jugaba en la Liga de Lima. En pleno partido llamó a un chico Morales para que ingrese. “Me jodes por jugar. Si la cag... no vuelvas más”, le dijo el DT y el muchacho la rompió. Cuando dirigió Cristal, en 1972, tuvo una mala relación con Ramón Mifflin. “Era tan chueco que en pleno partido de práctica le hice una huachita con la pelota. Me mandó a las duchas. Luego me sacó del club, por lo que viajé a Argentina para jugar por Racing”, cuenta el “Cabezón”. Y sigue con otras historias: “Antes de jugar con Melgar, en Arequipa, en la concentración Calderón quería que le sirvan primero la cena. Pero nosotros pagamos al mozo para que reparta la comida en otras mesas. Comenzó a renegar y agarró del cuello al mesero diciéndole que estaba con hambre y que le sirvieran antes que pida que lo boten”. Cuando dirigió Alianza, en 1975, J.J. Ávalos y el “Cholo” Palacios llegaron tarde a los entrenamientos. Estaban a punto de unirse al grupo, y Calderón les dijo: “Ustedes saben que Héctor Lavoe canta ‘Todo tiene su final’. ¿Les gusta, no? Sí –respondieron–, entonces váyanse de acá y vuelvan mañana”, replicó el DT molesto, mientras se puso a cantar y bailar.