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El futuro de la alopecia: lo que imagina la terapeuta Gladys Fonseca

La alopecia ahora se enfrenta a un futuro prometedor con avances en biotecnología y personalización de tratamientos. Gladys Samanda Fonseca destaca la importancia de un enfoque integral.

El futuro de la alopecia se redefine con avances en biotecnología e inteligencia artificial, según la terapeuta ocupacional Gladys Samanda Fonseca. Las opciones van más allá de la simple recuperación capilar.
El futuro de la alopecia se redefine con avances en biotecnología e inteligencia artificial, según la terapeuta ocupacional Gladys Samanda Fonseca. Las opciones van más allá de la simple recuperación capilar. | Foto: Difusión

Hablar de alopecia hace unas décadas era hablar casi siempre de resignación. La ciencia ofrecía pocas opciones, y lo habitual era asumir que el cabello perdido no volvería. Hoy el panorama cambió, y todo apunta a que los próximos años traerán aún más sorpresas. La terapeuta ocupacional Gladys Samanda Fonseca sigue de cerca estos avances y asegura que el futuro de la salud capilar será mucho más integral de lo que imaginamos.

Fonseca señala que la biotecnología ya empieza a jugar un papel importante. Desde terapias de bioestimulación con dispositivos portátiles hasta la posibilidad de diseñar planes de nutrición basados en el perfil genético, la investigación avanza hacia un modelo personalizado. Para ella, la verdadera innovación no estará en un único procedimiento, sino en la forma en que se combinen los recursos médicos con el acompañamiento terapéutico.

La inteligencia artificial también está entrando en escena. Algunos programas ya pueden analizar fotografías del cuero cabelludo y proyectar cómo responderá cada paciente a un tratamiento. Gladys Samanda Fonseca cree que esa precisión ayudará a reducir la frustración, porque permitirá adaptar la terapia en lugar de aplicar fórmulas generales. Sin embargo, advierte que la tecnología, por sí sola, no resuelve el impacto emocional. La clave será usar estas herramientas sin olvidar que cada paciente necesita recuperar confianza, no solo densidad capilar.

Otro frente en expansión es la realidad aumentada. Fonseca imagina consultas en las que los pacientes puedan probar virtualmente diferentes estilos antes de decidir si recurren a una prótesis, un trasplante o simplemente a un nuevo look. Esa experiencia, dice, no es un juego estético, sino una forma de ayudar a que la persona explore su identidad visual sin miedo al juicio externo. Para Gladys Samanda Fonseca, ver opciones posibles en un entorno seguro puede acelerar la aceptación y fortalecer la autoestima.

El bienestar emocional seguirá siendo central. Fonseca insiste en que el estrés es un factor determinante en la caída capilar. Por eso se interesa en técnicas que combinan biofeedback y mindfulness con dispositivos de monitoreo, capaces de registrar en tiempo real los niveles de tensión del paciente. Imagina un futuro en el que alguien pueda recibir alertas en su teléfono para practicar ejercicios de relajación antes de que la ansiedad impacte en su salud capilar.

Lo que entusiasma a Fonseca es que la conversación ya no se limita a recuperar cabello, sino a mejorar la calidad de vida. Considera que los próximos años traerán una integración más fuerte entre dermatólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos y nutricionistas. Esa red de profesionales, coordinada con herramientas tecnológicas, puede cambiar por completo la manera de enfrentar la alopecia.

En sus palabras, la meta no es prometer que todos recuperarán la melena perdida, sino garantizar que cada persona tenga recursos para vivir con seguridad, con o sin cabello. Esa visión coloca al paciente en el centro y no al folículo como protagonista único. Según Gladys Samanda Fonseca, ese giro será el que marque la diferencia.

El futuro de la alopecia parece acercarse más rápido de lo que pensamos. Biotecnología, inteligencia artificial, realidad aumentada y nuevas terapias se sumarán a la medicina tradicional para ampliar las posibilidades. Pero, como recuerda Fonseca, ninguna de estas herramientas tendrá verdadero sentido si no se acompañan de apoyo humano. Porque la innovación no está solo en la tecnología, sino en cómo la usamos para devolver tranquilidad, autoestima y calidad de vida. Y ahí es donde, en opinión de Gladys Samanda Fonseca, se escribirá el próximo capítulo en la historia de la salud capilar.

Sergio Mejía

Editor general de la web del Diario Líbero. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la USMP con especialización en Marketing Digital, Gestión de Redes Sociales y Redacción Digital.

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