Marcela Navarro, ganadora de La Voz Perú, revela que fue humillada por personal de Guillermo Dávila

La invitada especial en el concierto de Guillermo Dávila se supone que iba a ser Marcela Navarro, la última ganadora de la "La voz Perú". Sin embargo unos intercambios con la producción del cantante venezolano dejaron mucho que desear.

Y es que la compositora y cantante peruana contó a través de sus redes sociales las diferentes humillaciones que recibió por parte de la producción del evento.

A través de sus redes sociales, la cantante afirmó que un encargado de la producción del concierto que se realizará este 25 de junio en el Círculo Militar de Jesús María, la trató mal y calificó este hecho como "una de las peores llamadas."

La joven emitió un extenso comunicado en el que detalló cómo habría sucedido los hechos, según señala Marcela Navarro a pocas horas del evento, la producción no se había comunicado con ella por lo que decidió llamar a los encargados del concierto de Guillermo Dávila.

"¿Acaso tengo un contrato contigo? ¿Acaso te he pagado? ¿Qué reclamas? ¿Cuál es tu problema?", fueron algunas de las frases que le dijo una persona de la producción del concierto.

Además, mencionó en su comunicado que había cancelado diversas actividades para hacer la presentación junto a Guillermo Dávila. Pero ante lo sucedido decidió no participar en el concierto.

Por otro lado, también indicó que "Tristemente, el artista emergente no siempre consigue el apoyo que busca. Cuando los concursos se terminan, los contactos, los amigos y la gente que solía elogiar nuestro trabajo, se olvida de nosotros."

"Recientemente esto se ha podido concretar, de alguna manera, con la mayoría de edad de Vasco, ya él puede tomar sus propias decisiones. Por lo que hoy puedo decir que soy el papá de Vasco, luego de habernos sacado ambos las pruebas de ADN, por voluntades e iniciativas propias, el resultado ha salido positivo", manifestó Guillermo Dávila en un video que subió en su cuenta de Instagram.

En ese orden agregó: "Hoy quiero afianzar esa relación, de padre e hijo, con él, sin que medie nada más entre nosotros. Nunca es tarde cuando la dicha es buena, nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido".