Por: Harold Silva B.
Un día como hoy, pero en el año 2009, hacía su debut en tiendas de todo el mundo Call of Duty: Modern Warfare 2. Este juego, desarrollado por el talentoso equipo de Infinity Ward en Activision, marcó un antes y un después en los first-person shooters modernos. No solamente por la enorme diversión de las partidas en el modo multiplayer, sino también por la continuación de la historia que empezó en 2007 con Call of Duty 4: Modern Warfare.
En esta ocasión el reto era subir las apuestas y la pregunta fue: "¿Cómo hacerlo?". Una pregunta que resuena con intensidad luego de haber visto desaparecer treinta mil hombres en un abrir y cerrar de ojos en la entrega anterior. Para los desarrolladores la respuesta vino en la forma de una de las misiones que colocaron a Call of Duty: Modern Warfare 2 como el blanco predilecto de los noticieros y demás personas que buscaban satanizar el pasatiempo que nos reúne. Hoy, doce años después, la recordamos nuevamente.
En cierta sección en el modo campaña de Call of Duty: Modern Warfare 2 asumimos el rol de Joseph Allen, un soldado norteamericano que cree haberse ganado la confianza del ruso Vladimir Makarov -el antagonista principal de esta entrega- y de sus fríos secuaces tras adoptar el alias de Alexei Borodin. Como podrán suponer las cosas no acaban bien para nuestro personaje.
A medida que las puertas del ascensor se abren, Makarov da una última instrucción a su equipo: "Nada de ruso". Estas ominosas palabras eran la antesala de lo que iba a suceder: un atentado de falsa bandera, haciéndose pasar por terroristas norteamericanos, con bajas civiles en un aeropuerto de Moscú con el fin de iniciar un conflicto con Estados Unidos.
No exagero cuando digo que esta misión fue uno de los temas más controversiales en la historia de los videojuegos, incluso llegando al punto en donde esa sección del juego fue completamente retirada de la versión rusa de Call of Duty: Modern Warfare 2. En ciertos territorios, como Alemania y Japón, la misión se suspende apenas disparas.
Un punto que se debe aclarar es que la misión esta fue una decisión calculada por parte de Infinity Ward. Si hay algo que todas las entregas de la serie "Modern Warfare" tienen en común, es la descripción a detalle de "escenas que pueden perturbar" a los jugadores. Esto incluso se hizo patente también en Modern Warfare de 2019.
Volviendo a 2009, lo que resaltó de esa misión fue lo gráfico de su ejecución y lo explícito de sus detalles que levantaron mucho revuelo entre la prensa ajena y propia a los videojuegos. Después de todo, Modern Warfare 2 no solo nos pone en el papel de un espectador, sino que somos parte activa en la masacre de gente que nada tiene qué ver con un potencial conflicto de escala internacional.
Como dato extra, debo aclarar que esta misión se puede "esquivar" completamente. Resulta que antes de iniciar el modo campaña un mensaje nos advierte diciendo que cierta misión "tiene contenido perturbador que podría ofender a algunos jugadores". Si la respuesta es positiva, podremos jugarla. En caso contrario, se nos narrará los eventos de la misión en cuestión.
No hay ninguna penalización al no jugar esta misión. Es más, esta no otorga al jugador un trofeo o un logro en los sistemas donde se encuentra presente. Eso quiere decir que formar parte de esta misión es una decisión enteramente personal. Después de todo el juego está dirigido a una audiencia madura por su clasificación M, algo que muchas personas suelen olvidar convenientemente.
Call of Duty: Modern Warfare 2 vio la luz originalmente el 10 de noviembre de 2009 para PS3, Xbox 360 y PC. Posteriormente una versión remasterizada de su modo campaña vio la luz en 2020 y la puedes encontrar en PS4, Xbox One y PC.