Ante las redadas en EE.UU., 13 estados se han vuelto refugios, limitando su apoyo federal y protegiendo a miles de latinos.
Únete a nuestro canal de WhatsApp¡Buenas noticias para extranjeros! Trece estados en EE.UU. han restringido su cooperación con autoridades migratorias, convirtiéndose en refugios para inmigrantes indocumentados. California, Nueva York e Illinois destacan por garantizar servicios públicos y protección ante redadas impulsadas por la administración de Trump.
Las llamadas "ciudades santuario" dentro de estos estados se han vuelto focos de resistencia contra las políticas federales, ofreciendo apoyo legal, capacitación sobre derechos y estrategias para frenar las acciones del ICE en Estados Unidos.
Además de las ciudades santuario, 13 estados han implementado medidas para resguardar a los inmigrantes y limitar su cooperación con las autoridades migratorias federales. Estos estados son:
En estos estados, los inmigrantes pueden formar parte de comunidades inclusivas gracias a normativas que restringen la colaboración con agencias migratorias. Estas políticas buscan asegurar el acceso a servicios básicos, brindar protección legal y ofrecer mayor estabilidad a quienes viven en incertidumbre debido a su estatus migratorio.
Desde la llegada de Trump a la presidencia, su administración ha reforzado sus intentos por eliminar las ciudades santuario, alegando que fomentan la ilegalidad.
Tom Homan, exdirector de ICE, anunció operativos masivos en Chicago, Nueva York y Los Ángeles, enfocándose en comunidades latinas que viven con el temor permanente de ser separadas de sus familias.
Ante esta situación, los gobiernos locales han tomado acciones contundentes.
California y Nueva York no solo destacan como estados santuario, sino también por sus políticas progresistas en favor de los inmigrantes. El gobernador Gavin Newsom presentó varias demandas contra el gobierno federal, mientras que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, prometió ampliar los servicios sociales y legales para indocumentados ante la creciente crisis migratoria.
Otros estados, como Colorado y Nueva Jersey, han seguido este camino. En Denver, la policía local implementó un protocolo que impide preguntar a víctimas de delitos sobre su estatus migratorio, fomentando la confianza en las autoridades.
A pesar de las presiones desde Washington, estas medidas han fortalecido el vínculo entre los inmigrantes y sus gobiernos locales. Mientras continúan las redadas, los estados santuario siguen siendo un refugio de esperanza y estabilidad para miles de personas.