Este sábado, el secretario de Estado, Marco Rubio, notificó a varios inmigrantes que el gobierno de Estados Unidos cancelará sus visas.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl gobierno de Estados Unidos ha tomado la decisión de revocar todas las visas de los ciudadanos de un país que se ha negado a aceptar a sus nacionales deportados desde territorio estadounidense. Esta severa acción impacta a miles de inmigrantes y podría deteriorar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Los afectados enfrentan una situación de profunda incertidumbre legal y social respecto a su futuro en EE. UU.
Tomada en un contexto de creciente presión sobre las políticas migratorias, la decisión refleja una intensificación de las acciones para obligar a los países a cooperar en temas de deportaciones y control fronterizo.
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El gobierno de Estados Unidos ha decidido anular todas las visas de los ciudadanos sursudaneses, en respuesta a la negativa de Sudán del Sur de recibir a sus nacionales deportados desde territorio estadounidense. Esta acción marca un precedente en la política migratoria de EE. UU., siendo la primera de este tipo tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Marco Rubio, responsable de la diplomacia estadounidense, informó que el Departamento de Estado está tomando medidas para revocar las visas de los titulares de pasaportes de Sudán del Sur y evitar su emisión. Esta decisión se da en medio de un aumento de tensiones entre Washington y Yuba, donde el gobierno de Sudán del Sur ha sido acusado de "explotar" la situación.
La situación en Sudán del Sur, el país más joven del mundo, sigue empeorando. Aunque en 2018 se firmó un Acuerdo de Paz, la inestabilidad persiste, y los analistas temen la reactivación de la guerra civil que entre 2013 y 2018 causó más de 400.000 muertos.
La crisis política en Sudán del Sur amenaza con desestabilizar aún más el país. A pesar de los esfuerzos por lograr la paz, un reciente ataque del Ejército Blanco a una base militar en Nasir ha desatado nueva violencia, aumentando las preocupaciones de la comunidad internacional.
La tensión se agravó cuando el Ministerio de Defensa y las fuerzas de Seguridad Nacional movilizaron más de 20 vehículos blindados hacia la residencia del vicepresidente opositor, Riek Machar, con el fin de arrestarlo. Este movimiento ha generado incertidumbre y temor entre los ciudadanos, quienes ya han sufrido los efectos de un conflicto prolongado.
La crisis ha obligado a muchos sursudaneses a buscar refugio en Estados Unidos, con la esperanza de comenzar una nueva vida. Sin embargo, la reciente revocación de visas por parte del gobierno de EE. UU. ha puesto en duda esa posibilidad, dejando a numerosos refugiados en una situación de incertidumbre respecto a su futuro.
Ante la escalada de violencia, la ONU instó a reanudar el diálogo y buscar una solución pacífica. El secretario general, António Guterres, ha expresado su disposición a trabajar con la Unión Africana para restaurar el acuerdo de 2018 y garantizar el cumplimiento de los compromisos, considerándolo esencial para alcanzar una paz duradera.