Fuerte operativo migratorio ocurrió en una vivienda estadounidense. Testigos anunciaron que el hecho fue algo violento, ¿qué pasó?
En una acción inesperada, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en colaboración con la Patrulla Fronteriza, ha llevado a cabo una amplia redada en Illinois, centrada en la detención de inmigrantes sin documentos. Las autoridades han afirmado que esta operación forma parte de un esfuerzo sostenido para implementar las leyes migratorias. La intervención ha suscitado inquietud y tensiones en comunidades ya vulnerables, que temen por la seguridad de sus miembros.
Tras una intensificación de operativos de inmigración en el estado de Chicago, durante este gobierno de Donald Trump, esta vez le tocó el turno a la ciudad de Illinois, ya que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) ingresaron a una vivienda, como parte de una campaña que se basa en capturar a inmigrantes indocumentados peligrosos.
Es así que dicho momento fue grabado en la madrugada, mediante un en vivo, por uno de los voluntarios extranjeros que documenta sucesos como estos. Asimismo, testigos que estuvieron presente señalaron presencia de helicópteros, detonaciones y que se tumbó una puerta. "No sé (...) llegaron a la casa, tumbaron la puerta", dijo una de las testigos a la prensa.
En tanto, la secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Kristi Noem, mencionó a través de sus redes sociales que el presidente Donald Trump ha sido claro en tomar acción junto a su administración, en caso los políticos no prioricen la seguridad de sus ciudadanos.
Illinois se ha posicionado como un estado que respalda las políticas de santuario, las cuales restringen la colaboración entre las autoridades locales y el ICE. Desde 2017, el gobernador J.B. Pritzker promulgó una legislación que impide a la policía cooperar en arrestos de inmigrantes sin una orden judicial previa. Por lo que esta legislación ha sido fundamental para ofrecer mayor protección a los inmigrantes indocumentados y asegurarles el acceso a servicios básicos sin el temor constante de ser deportados.