El gobierno de Trump instruyó a las autoridades a imponer multas a los residentes permanentes legales con Green Card que no respeten las leyes de inmigración.
La situación de los titulares de Green Card en Estados Unidos se ha vuelto más sensible. Según reporta The Financial Express, las nuevas medidas implementadas durante la administración de Donald Trump obligan a los residentes permanentes a cumplir de manera estricta con las normas de registro, ya que de no hacerlo podrían enfrentarse a multas o incluso a penas de cárcel.
Los residentes permanentes en EE. UU. deben cumplir normas de registro y llevar siempre su Green Card.
Según las leyes migratorias de EE. UU., todo residente permanente debe portar su Green Card como prueba de su estatus legal. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) establece que cualquier titular mayor de 18 años está obligado a llevar consigo su Green Card o un documento equivalente, como el Formulario I-94 o la tarjeta EAD, al salir o desplazarse dentro del país.
No cumplir con esta obligación puede acarrear multas de hasta 100 dólares, penas de cárcel de hasta 30 días, o ambas sanciones. USCIS advierte que los residentes que no porten su comprobante de registro podrían ser considerados culpables de un delito menor y, de ser condenados, enfrentar multas de hasta 5,000 dólares o prisión de hasta 30 días, según reporta The Financial Express.
Un caso reciente en Chicago ilustra este riesgo: un hombre de 60 años con residencia permanente (Green Card) fue multado con 130 dólares por no portar su tarjeta mientras se encontraba en un parque, tras una inspección de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Más allá de la obligación de portar la Green Card, los titulares de residencia permanente enfrentan un escrutinio cada vez mayor. Declarar ingresos inferiores a los reales en los impuestos o no cumplir con los requisitos de registro podría poner en riesgo su estatus legal.
La administración estadounidense ha ordenado investigaciones vecinales, que incluyen cartas de vecinos, empleadores y compañeros de trabajo, con el fin de evaluar la legalidad del estatus migratorio.
Asimismo, se ha intensificado la vigilancia sobre los cónyuges de ciudadanos estadounidenses y sobre los propios titulares de la Green Card durante las entrevistas consulares o los procesos de ajuste de estatus, lo que implica un interrogatorio más exhaustivo y detallado, según The Financial Express.