El presidente de EE. UU., Trump, resaltó la regla de 1798, la que señala que la presencia de extranjeros irregulares constituye una "invasión depredadora".
Tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, su gobierno ha venido implementando cambios muy radicales en los procedimientos de deportación y detención de los inmigrantes. Mediante decretos, reactivación de legislaciones históricas y creación de nuevas regulaciones, la administración federal aumentó el poder del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Aquella decisión ha hecho posible que se lleve a cabo expulsiones inmediatas de extranjeros, alterando así el enfoque tradicional hacia la migración en el suelo americano. AQUÍ las nuevas normativas que debe tomar en cuenta esta comunidad en lo que resta del 2025 y mucho más.
'La Nación' y otros portales destacaron la importancia de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), que es considerado como el pilar fundamental del sistema migratorio en Estados Unidos. Y es que, desde su promulgación en 1952, esta legislación se unificó y reorganizó las normativas previas relacionadas con la admisión, residencia y expulsión de extranjeros.
Confirman nuevas leyes de deportaciones: a partir de HOY, aplican estas normas para inmigrantes en EE. UU.
Actualmente, las disposiciones más significativas de la INA se encuentran en el Título 8 del Código de Estados Unidos, en la que se aborda los temas de "Extranjeros y Nacionalidad". Con respecto política de deportaciones de 2025, se resaltan tres secciones esenciales, a continuación, te revelamos cuáles son:
Es bueno mencionar la gran relevancia que tiene hoy en día la Ley de Enemigos Extranjeros en EE. UU. Es una normativa de 1798 que ha cobrado gran valor en la administración de Donald Trump, quien la invocó en marzo de 2025 a través del decreto "Protecting the American People Against Invasion".
El decreto buscaba acelerar la deportación de migrantes venezolanos, a quienes se les vinculaba con el grupo criminal Tren de Aragua. En su justificación, el presidente de EE. UU. calificó la inmigración irregular como una "invasión depredadora", enfatizando la responsabilidad del gobierno de salvaguardar a la población estadounidense de las amenazas que representan organizaciones extranjeras.