Ángel Gabriel Cuz Choc, inmigrante guatemalteco, es acusado de asesinar a su novia y a su hija en Florida; juicio podría terminar en pena de muerte.
Ángel Gabriel Cuz Choc, de 32 años y originario de Guatemala, se presentó ante la corte del condado Hillsborough, en Florida, acusado de asesinar a su novia, Amalia Coc Choc, y a su hija, Estrella Anastacia, de apenas cuatro años. Los hechos ocurrieron en abril de 2024, en una casa móvil en Dover, donde ambas fueron encontradas sin vida.
Según la fiscalía, Cuz Choc atacó a su pareja con una pala y apuñaló a la niña con un cuchillo, provocando la muerte de ambas. Los fiscales aseguraron que presentarán pruebas contundentes para sustentar las acusaciones en un caso que ha conmocionado a la comunidad local.
El estatus migratorio de Ángel Gabriel Cuz Choc, quien no cuenta con documentación legal, ha generado complicaciones en el juicio. Durante la selección del jurado, varios posibles integrantes fueron desestimados por temor a que su imparcialidad se viera afectada, lo que añade un reto adicional al proceso legal.
Inmigrante guatemalteco es acusado de asesinar a su novia y a su hija en Florida.
Expertos legales señalan que los casos que involucran a acusados sin estatus migratorio pueden dificultar la selección de jurados y afectar la percepción pública del juicio. La fiscalía enfatiza que se busca garantizar un proceso justo respetando los derechos de todas las partes involucradas.
Un jurado en Florida ha recomendado la pena de muerte para Ángel Gabriel Cuz Choc, el inmigrante guatemalteco acusado de asesinar a su esposa, Amalia Cuz Choc, y a su hija, Estrella, de apenas cuatro años. Durante la audiencia, los fiscales presentaron videos de cámaras de seguridad que muestran los últimos momentos de vida de la mujer y su hija, aportando pruebas clave sobre la responsabilidad del acusado.
La sentencia definitiva contra Cuz Choc se conocerá el próximo 11 de diciembre, fecha en la que el tribunal determinará oficialmente si enfrentará la pena capital. La recomendación del jurado marca un hito importante en un caso que ha conmocionado a la comunidad y ha reabierto el debate sobre crímenes graves cometidos por personas sin estatus migratorio legal.