La Corte Suprema permite a Trump suspender temporalmente los fondos del SNAP, dejando en incertidumbre a millones de beneficiarios en EE. UU.
La reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos ha generado alarma entre millones de ciudadanos que dependen del programa de asistencia alimentaria (SNAP). La medida autoriza al presidente Donald Trump a suspender temporalmente una orden judicial que exigía el financiamiento completo del programa durante el actual cierre del Gobierno federal.
Con esta determinación, cerca de 40 millones de beneficiarios enfrentan un futuro incierto respecto al pago completo de su ayuda alimentaria. El fallo, emitido por la jueza Ketanji Brown Jackson, detiene momentáneamente la obligación del Gobierno de transferir 4.000 millones de dólares destinados a cubrir los fondos del mes de noviembre.
La suspensión administrativa ordenada por la jueza Jackson otorga tiempo adicional al tribunal de apelaciones para analizar el caso. Esta decisión representa un alivio temporal para la administración de Donald Trump, que argumenta la imposibilidad de ejecutar fondos mientras el Congreso no haya autorizado su asignación.
Corte Suprema permite a Donald Trump suspender fondos SNAP.
Sin embargo, la medida también deja a millones de familias en una situación de vulnerabilidad. Durante el litigio, el Departamento de Agricultura informó que solo podrá usar fondos de contingencia para otorgar pagos parciales a los hogares inscritos en el SNAP, lo que podría reducir drásticamente su capacidad de cubrir necesidades básicas.
El conflicto legal en torno al programa de asistencia alimentaria se ha convertido en uno de los principales frentes del actual cierre de Gobierno, el más largo en la historia del país. Su impacto va más allá de la esfera económica, afectando directamente la seguridad alimentaria de millones de familias de bajos ingresos.
A nivel político, la suspensión del SNAP refuerza la polarización entre el Gobierno federal y los grupos defensores del acceso a la alimentación, que acusan a la administración de Trump de priorizar criterios fiscales sobre el bienestar social. Mientras tanto, la nación observa expectante el fallo definitivo que definirá el futuro de uno de los programas más importantes de apoyo social en Estados Unidos.