El Gobierno federal revisa miles de registros de Medicaid para detectar pagos a personas sin estatus legal, generando preocupación en varios estados.
La Casa Blanca activó un operativo nacional para verificar la elegibilidad migratoria de quienes reciben Medicaid, un programa de salud al que acceden millones de personas en Estados Unidos. La medida tomó por sorpresa a varias administraciones estatales, que ahora deberán analizar miles de expedientes.
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Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), dirigidos por Mehmet Oz, enviaron a los estados listados con más de 170.000 nombres que, según el Gobierno federal, presentan posibles irregularidades. La revisión apunta a detectar beneficiarios que no cumplen con los requisitos migratorios para recibir la cobertura.
Familias con estatus legal podrían verse afectadas por errores.
Mientras el CMS afirma que podrían haberse usado más de U$S 1.000 millones en pagos indebidos, autoridades de estados como Colorado, Illinois y Washington cuestionan esa estimación. Funcionarios aseguran que sus sistemas ya cuentan con controles sólidos y ajustados a la ley.
El proceso inició en agosto y avanza a gran velocidad. Organizaciones de derechos civiles advierten que fallas administrativas podrían retirar la cobertura a personas con residencia legal, dejándolas sin atención médica por una simple discrepancia en sus datos.
El CMS sostiene que la medida protege los fondos públicos y refuerza la integridad del sistema. La administración Trump asegura que revisará todos los casos sospechosos y que exigirá el reembolso de los pagos realizados a quienes no cumplan con los requisitos migratorios.
Organizaciones de salud y activistas advierten que la verificación masiva podría dejar sin cobertura médica a familias que sí cumplen con los requisitos, especialmente aquellas con residencia legal o en proceso migratorio. Un fallo en la documentación, una dirección mal registrada o un error en la base de datos podría resultar en la suspensión temporal del servicio, lo que pondría en riesgo tratamientos contínuos y controles esenciales.
Los expertos también alertan que corregir un error podría tomar semanas o meses, tiempo en el que los afectados tendrían que pagar atención médica por su cuenta o renunciar a ella. En muchos casos, se trata de padres con hijos ciudadanos estadounidenses o personas con enfermedades crónicas que dependen de Medicaid para medicinas y asistencia especializada.