EE. UU. amenaza con operaciones terrestres contra cárteles en Venezuela y otros países, mientras crece la tensión diplomática en la región.
Los recientes anuncios del presidente estadounidense Donald Trump han encendido nuevas alarmas en América Latina. El mandatario aseguró que su Gobierno está listo para iniciar operaciones terrestres contra cárteles del narcotráfico dentro de Venezuela, ampliando el alcance de la estrategia militar desplegada en el Caribe. Sus palabras llegan en un momento de creciente fricción con Caracas y Bogotá.
Trump afirmó que Washington dispone de información "precisa" sobre las rutas y bases de los grupos criminales en territorio venezolano y advirtió que la campaña antidroga no se limitará a interceptar embarcaciones en el mar. También señaló que cualquier país que produzca o envíe droga hacia Estados Unidos podría convertirse en objetivo militar.
El Gobierno estadounidense considera que una extensión en tierra reforzaría la efectividad de la operación Lanza del Sur, que desde septiembre ha destruido más de una veintena de embarcaciones vinculadas al tráfico de drogas. Según el Pentágono, estas acciones han resultado en la muerte de decenas de presuntos narcotraficantes, generando críticas internacionales por posibles ejecuciones extrajudiciales.
Trump advierte acciones militares contra el narcotráfico en Venezuela.
La estrategia militar, una de las más grandes desplegadas por EE. UU. en la región en décadas, incrementa la presión sobre la administración de Nicolás Maduro. Washington sostiene que altos funcionarios venezolanos estarían relacionados con el llamado Cártel de los Soles, catalogado por Estados Unidos como una organización terrorista extranjera.
Las declaraciones de Trump también impactaron en la relación con Colombia. El presidente estadounidense insinuó que ese país podría incluirse entre los posibles objetivos, asegurando que continúa siendo un importante productor de cocaína y que "todo país que envíe drogas a suelo estadounidense está sujeto a ataques".
El mandatario colombiano Gustavo Petro rechazó las acusaciones y calificó los señalamientos de "groseros e ignorantes". También denunció como injerencia el despliegue militar estadounidense y criticó los operativos contra supuestas narcolanchas cerca de aguas colombianas. Trump, sin embargo, defendió la legalidad de las operaciones y justificó su postura en la necesidad de frenar la "ola de drogas" que llega a EEUU.