José Mourinho es uno de los entrenadores más recordados en el Chelsea, sin embargo, su salida en el 2007 dejó malas sensaciones dentro del vestuario, generando la disconformidad en algunos de los jugadores de la plantilla.
Los malos resultados de aquel entonces determinó que la dirigencia del Chelsea tome la decisión de retirar al entrenador de su cargo, aunque años más tarde regresaría.
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Según el exfutbolista del club, Steve Sidwell, en una entrevista con un medio inglés, confirmó que muchos de sus compañeros rompieron en llanto cuando el portugués se despedía de ellos.
Uno de los que no pudieron aguantar las lágrimas, según lo relatado por Sidwell, fue el delantero marfileño Didier Drogba, quien lo consideraba como una persona muy cercana a él.
La relación entre ambos había sido siempre de la mejor, por lo que se tenían un cariño y respeto superior del de un entrenador y jugador cualquiera.
El destino los volvería a juntar años más tarde, cuando en el 2014 Mourinho regresó al Chelsea y pidió el fichaje de Drogba.
