Hoy en día es muy difícil encontrar la fidelidad de un jugador hacia un club. El fútbol ha sido invadido por los millones y ya casi no se ve ese cariño eterno entre deportista e institución.
Quizá la última historia de amor fue la de Francesco Totti, que estuvo durante 25 temporadas ininterrumpidas en la AS Roma. La 'Loba' lo formó como futbolista y este, a pesar de ser uno de los mejores del mundo y tener ofertas por montones —incluida una del Real Madrid— decidió no moverse de su casa como gesto de agradecimiento.
Con ellos logró una Serie A, dos Copas y dos Supercopas italianas, además de ser goleador histórico con 307 celebraciones y el que más partidos disputó con 787. Una leyenda que se despidió de su afición a los 40 años en un Estadio Olímpico repleto que lloró su partida.
El ahora director deportivo de la AS Roma está recibiendo su onomástico número 45 recordando sus épocas doradas en el “verde”.
El también conocido como 'Gladiador' participó en dos Eurocopas y dos Mundiales con su país, alcanzando la gloria en Alemania 2006: derrotó a Francia por penales y se quedó con el máximo título en el deporte rey.