Lo de Deportivo Llacuabamba es de ripley. Si no fuera poco perder el título de la Copa Perú en mesa, el conjunto de La Libertad fue protagonista en la semana que se está acabando por un hecho anecdótico, pero que vuelve a dar muestra de la poca seriedad de su dirigencia: el de anunciar casi paralelamente a dos técnicos a la vez y terminar apostando por un tercero.
El 31 de diciembre fue anunciado el uruguayo Alejandro Larrea como nuevo DT de Llacuabamba y siete días después sucedió lo mismo con Carlos Cortijo, aunque los avisos fueron hechos por dos personas distintas.
PUEDES VER Alianza no habría alcanzado ni la mitad del dinero que pidió Cristal por ‘Canchita’ Gonzáles
A Cortijo lo anunció Hernán Saavedra, presidente de la Comunidad de Llacuabamba, mientras a Larrea lo confirmó el presidente del club, Tito López. Ahora bien, el uruguayo se quedó sin piso al no contar con licencia Pro mientras el nacional no gozó de la total confianza de la directiva del recién ascendido a la Liga 1.
"Agradecer al señor Hernán Saavedra presidente comunal de Llacuabamba por intentar contratarme y del recibimiento en Trujillo del doctor David Medina. Una explicación lógica. Ya arreglarán sus diferencias internas, retorné a casa sin drama", explicó Carlos Cortijo sobre su frustrada llegada al club de La Libertad a través de sus redes sociales.
Más allá de la desazón, el extécnico de Pirata FC valoró la consideración hacia su persona."Estar considerado para dirigir un equipo en Liga 1 es importante. A seguir caminado, ya se dará. No me quita el sueño sino me alienta a prepararme más", precisó.
Ni bien se descartaron a los dos anunciados, la dirigencia de Llacuabamba se movió con celeridad y llegó a un acuerdo con Néstor Clausen para que asuma la dirección técnica del conjunto de La Libertad. El argentino, campeón del mundo como jugador, cuenta con una amplia trayectoria en el fútbol boliviano y su último club fue el San José de Oruro.