¿Por qué a los humanos nos gusta el alcohol y qué es la hipótesis del mono borracho?
En esta siguiente nota conocerás porque te gusta el sabor de las bebidas alcohólicas, la respuesta podría estar vinculada a nuestros antepasados los primates.
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Ingerir bebidas alcohólicas es legal en diversas partes del mundo a partir que una persona cumple la mayoría de edad- en el caso de Perú 18 años- y en muchas cultura es un factor principal para que las fiestas costumbristas o incluso el día a día tenga ese "toque" especial que logra dar una bebida alcohólica.
En nuestro país y en muchos otros, una reunión, un compromiso importante o una fecha especial siempre tiene que estar acompañada de alcohol, ya sea para el famoso brindis o para que las personas estén más alegres y disfruten mejor la fiesta.
Pero, alguna vez te has preguntando cuál es el motivo por el que nos gusta el alcohol. Pues bien, un reciente estudio comprobado resume la respuesta en nuestros ancestros: los primates. En esta nota te contamos todos los detalles que debes saber.
¿Por qué nos gusta el alcohol?
En el libro titulado 'El mono borracho, porqué bebemos y abusamos del alcohol' del 2014, el biólogo de la Universidad de California en Berkeley, Robert Dudley, propone que esto se basa desde hace millones de años, cuando los primates descubrieron que el olor del alcohol los conducía hacia frutas maduras, fermentadas y nutritivas.
Continuando en esta línea, recientemente un estudio de la primatóloga Christina Campbell de la Universidad Estatal de California en Northridge -CSUN y y su estudiante de posgrado Victoria Weaver, plantearon la hipótesis del mono borracho.
En esta investigación se recolectó y analizó las frutas consumidas y desechadas por monos araña de manos negras encontrando como resultado que la concentración de alcohol en las frutas consumidas por los primates contenían entre el 1% y el 2% de alcohol en volumen.
Esta situación determinaría que los animales prefieren las frutas fermentadas porque son la mejor fuente de energía. "Por primera vez, hemos podido demostrar, sin lugar a dudas, que los primates salvajes, y sin la interferencia humana, consumen el etanol que contiene la fruta", indica Campbell.