Conoce la sorprendente historia de Mike, el pollo que vivió un año y medio sin cabeza
El 'pollo sin cabeza' logró vivir por más de 18 meses y su historia alcanzó una gran popularidad que muchos lo han calificado como verdadero 'milagro'.
- Horóscopo de HOY, domingo 31 de agosto: predicciones de Josie Diez Canseco
- Resultados La Tinka de HOY, domingo 31 de agosto: pozo millonario y números ganadores
La historia de Mike, el pollo sin cabeza, le dio la vuelta al mundo y 77 años después sigue siendo todo un misterio. En una granja de Fruita, en Colorado, Estados Unidos, una pareja de esposos se percató que un ave seguía viva luego que su dueño lo decapitara ¿Cómo fue eso posible? AQUÍ te contamos todo.
Este hecho ocurrió el 10 de septiembre de 1945, cuando Lloyd Olsen y su esposa Clara estaban matando pollos en su granja para llevarlos a la feria. Pero, se dieron cuenta que entre las 50 aves que tenían, una de ellas estaba viva a pesar de haber sido mutilada.
El pollo no dejaba de correr pese a no tener cabeza, por lo que la pareja de granjeros decidió colocarlo en un caja de manzanas para que ahí agonizará, contó el bisnieto de la pareja, Troy Waters.
Sin embargo, al despertar al día siguiente, grande fue la sorpresa cuando vieron que el ave seguía viva y rápidamente la historia de Mike, el pollo sin cabeza, logró expandir a todos lados.
Fue así que Mike se convirtió en toda una atracción y fue calificado como "el milagroso pollo sin cabeza", llegando a realizar una gira por Estados Unidos y siendo portada de los medios de comunicación.
En 1947 y 18 meses después que la familia lograra el éxito con "el pollo de los huevos de oro", Mike falleció a causa de sofocación, puesto que era alimentado con leche y agua directamente por el esófago con un gotero.
Por la noche, después de la primera gira del ave, los dueños escucharon que el pollo se asfixiaba pero no pudieron hacer nada debido a que las herramientas las habían dejado en el criadero. Mike falleció en Phoenix, Arizona.
La ciencia explica cómo Mike pudo vivir sin cabeza
Tom Smulders, experto en pollos del Centro para el Comportamiento y la Evolución de la Universidad de Newcastle indica que el hachazo a Mike le habría quitado el pico, la cara, los ojos y una oreja.
Sin embargo, se estima que hasta un 80% de su masa cerebral -y casi todo lo que controla el cuerpo del pollo, incluidos el ritmo del corazón, la respiración, el hambre y la digestión- se mantuvo con él.
Además, el corto se habría hecho en el lugar preciso y un coágulo de sangre provocó que Mike no muriera desangrado.
