Nuestro idioma es una entidad viva y en constante cambio, esto ha quedado más que claro luego de que la Real Academia Española llegó hace poco a la determinación de remover la "Ch" y la "Ll" de nuestro abecedario. Esto, aparte de provocar sorpresa entre la enorma cantidad de hispanohablantes, ha hecho que nuestro abecedario pase de tener 29 letras a 27 tras esta decisión.
Si bien esta decisión puede parecer arbitraria o hasta "inútil" para cierto número de perosnas, en realidad esta obedece a una muy buena razón. Verán, estas jamás fueron "letras" sino que existen bajo la denominación de "dígrafos". Estos son signos ortográficos compuestos por dos letras y que tienen un sonido único. En nuestro idioma tenemos la "rr", "gu" y la "qu". A estas ahora se les une la "ch" y la "ll".
De acuerdo al comunicado de la Real Academia Española:
"La eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye])."
Lo que es considerado como una novedad es que en los próximos materiales escolares y en las escuelas se deje listar a los mencionados dígrafos dentro del conjunto de letras que conocemos como nuestro abecedario. Las combinaciones de esas letras no necesitan ser listadas en el abecedario para representar los fonemas.