Conoce por qué los arequipeños suelen decir que son de otro país. La historia inicia durante la guerra del Pacífico y la toma de Lima.
Únete a nuestro canal de WhatsAppArequipa es una de las ciudades más representativas del Perú y cuenta con una gran cantidad de turistas que la visitan cada año, incluso sus ciudadanos suelen sentirse orgullosos de nacer ahí aunque en muchas oportunidades mencionan que son otro país. ¿A qué se debe esto? La Ciudad Blanca tiene una curiosa historia.
El historiador Gonzalo Gómez sostuvo que Arequipa es una ciudad que tiene la identidad regional muy marcada y orgullosa de su historia. "Es una ciudad rebelde y contestaría. No le llevaba el compás a Lima, tuvo personajes con carácter fuerte como Mario Melgar, Francisco Mostajo y otros. Además, la gastronomía nos representa: somos los únicos con picanterías verdaderas", indicó.
La República Independiente de Arequipa si existió y su origen tiene lugar en la guerra del Pacífico que tuvo como involucrados a Perú, Chile y Bolivia. Para tender mejor se debe tener en cuenta el libro "Historia general de la historia de Arequipa" de Máximo Neira, Guillermo Galdos, Alejandro Málaga, Eusebio Quiroz y Juan Guillermo Carpio.
Durante el conflicto armado que inició en 1879 y terminó en 1883, Chile logró superar a la alianza de Perú y Bolivia en 1881 y las tropas chilenas invadieron la capital peruana, Lima. Todas las autoridades locales tuvieron que buscar bases en otras zonas y escogieron Arequipa, la segunda ciudad más importante.
Luego de que el presidente peruano Nicolás de Piérola fuera sustituido y su reemplazo, Francisco García Calderón, fuera llevado a Chile. El mando del Perú fue tomado por el contralmirante Lizardo Montero que mediante un decreto supremo hizo independiente a la Ciudad Blanca.
"Mientras Lima, capital de la República, esté tomada por el ejército chileno, Arequipa será la nueva capital del Perú, y, a partir de ese momento, se le denomina República Independiente de Arequipa", indicó.
Los arequipeños contaban con una moneda que era fabricada en Estados Unidos, pero tras finalizar la guerra se dejó de imprimir. Al pasar unos años del fin del conflicto, un arequipeño tomó la idea e instauró el pasaporte diplomático.
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