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Erick Noriega: "Algún día volveré al club de mis amores" [ENTREVISTA]

Alianza Lima | Erick Noriega se confesó en exclusiva para Líbero: DT de Japón consultó sobre la posibilidad de defender la selección 'nipona'.

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Por: Omar Arias // @oariass17

Erick Noriega, ex jugador de Alianza Lima, fue noticia en los últimos días por haber sido ascendido al primer equipo de Shimizu S-Pulse de la Primera División de Japón (J1 League). El defensor nacional debutará en la profesional 'nipona' con tan solo 18 años.

Noriega fue una de las piezas fundamentales del club íntimo: su voz de mando se hizo notar en la categoría 2001 de la temporada 2016. Conformó una extraordinaria volante junto a Diego Espinoza y Axel Moyano, con quienes se comprendió a la perfección: todo estaba encaminado para ascender al primer equipo 'blanquiazul'.

Sin embargo, el destino le tenía preparado un nuevo reto. La nostalgia lo invadió al dejar a su amado Perú para (re)iniciar un nuevo camino en la lejana tierra del Japón, lugar que lo vio nacer y que hoy lo cobija como un 'samurai' más.

La zona horaria se presentó como un gran obstáculo. Son 14 horas de diferencia. A esto hay que agregarle que la hora que le propuse, 'interrumpía' sus labores personales y profesionales, sin embargo, la disposición del buen Erick desde Shizuoka Ken fue fundamental para llevar a cabo la entrevista.

Erick, agradecerte por la entrevista y mil disculpas por las molestias.

Descuida Omar. Al contrario, te doy las gracias por considerarme.

Naces el 22 de octubre 2001 en Japón, pero también tienes la nacionalidad peruana.

Sí, en la prefectura de Aichi. Estuve aquí hasta los seis años y luego fui para Perú. Mis padres son peruanos. Se conocieron mientras trabajaban acá, en Japón.

Esa doble nacionalidad te permite elegir entre la selección peruana o la japonesa.

Justo hace poco, hubo un campeonato: vinieron Colombia y Australia. Aprovechando ese torneo, el entrenador de Japón (Hajime Moriyasu) habló con mi club y preguntó si tenía la posibilidad de jugar en la selección. Se iniciaron los contactos. La institución me informó, pero yo quiero jugar por la selección peruana. Ese es mi compromiso y uno de mis sueños.

Llegas al Perú a los seis años ¿Quién o quienes influye en tus inicios en el fútbol?

Cuando llegué a Perú, el primer día lo pasé en Lima. Me fui a vivir a Trujillo porque de allá es la familia de mi papá. Fueron mis padres los que siempre quisieron que juegue. Me inicié en la academia de la César Vallejo. Comencé a entrenar y me fue muy bien. Estuve hasta los 9 años y luego fui para Lima.

La César Vallejo me había dado una beca integral para jugar en la academia, pero cuando fuimos con mis padres a su sede no tenían cancha de entrenamientos. Mis papás decidieron esperar otras opciones.

Y apareció Alianza Lima.

Sí (risas). Yo estudiaba en el colegio San José Maristas del Callao. Allí se desarrollaba un campeonato llamado ADECORE (Asociación Deportiva de Colegios Religiosos) y disputé ese torneo, en donde también estuvo Alianza Lima. Defendí los colores de la academia Boca Juniors que era de la zona. Me vieron jugar y se aercaron a mi mamá: le propusieron que vaya a entrenar con ellos. No lo dudé.

Confieso que me sorprende la seguridad con la que respondes. No es usual en jóvenes de tu edad (18 años).

(Risas). Siempre me he sentido un líder del campo y también fuera de ella. Desde que llegué a Alianza Lima fui capitán. Me gusta decir las cosas, empujar al equipo. Apoyar cuando uno de mis compañeros comete un error, así como ellos lo hacen en caso equivoque.

Además de Moyano y Espinoza ¿con quiénes más coincidiste antes de tu partida a Japón en 2016?

Compartí vestuario con José Gallardo, Sebastián Cavero, Gonzálo Sánchez, Massimo Sandi, quien subía a entrenar con nosotros. Guardo lindos recuerdos.

¿Cuál fue la reacción de Alianza Lima cuando le comunicas que irás a vivir a Japón?

Los dirigentes querían que me quede. Yo no quería venir a Japón. El entrenador (Nilton Gómez) me habló y me dijo que podía jugar en la profesional (del fútbol peruano). Que sería bueno que me quede. Incluso, el club me propuso que si no tenía donde vivir, que me podía quedar en la Casa Hogar, pero mi mamá no quiso.

A más de tres años de esa decisión ¿lo consideras que fue un acierto o error?

Pienso, ya con el pasar de los años, que el haber venido aquí a Japón fue un acierto. He aprendido mucho sobre el estilo del fútbol asiático que es más rápido. Me ha ayudado bastante. No me arrepiento.

¿Es cierto que en Shimizu S-Pulse te prueban como delantero? 

(Risas). En Perú siempre quería jugar de 10, pero como mi juego es lento (un 10 antiguo), no podía. Entonces cuando llego a Japón dije que jugaba de volante o 10, pero el fútbol japonés más rápido. Juegan a un toque y todo es para adelante. No les gustó como jugaba de volante y me dijeron que vaya de delantero. Me iba bien, pero no me sentía cómodo. Siempre me ha gustado más defender que atacar.

He podido ver algunas noticias de medios japoneses y resaltan tu polifuncionalidad (puede jugar de back o volante interno). ¿En dónde te sientes más cómodo?

Puedo jugar en ambas posiciones, pero si me das a elegir prefiero de volante. Me gusta tener más la pelota. Filtrar pases a las espaldas de los zagueros. Ordenar a mis compañeros defensivamente. Ser el equilibrio del equipo. No obstante, ahora que estoy jugando de back en Shimizu me siento con más confianza. Soy el que más habla en el equipo, siempre. En Alianza también jugué en algunas ocasiones de central.

¿Y cómo haces con el idioma? ¿Te llegan a entender?

Algo, algo (risas). He aprendido algunas palabras importantes para hacerme sentir. Siempre les digo a mis compañeros tener calma cuando mantengamos la posesión. Acá, como te decía, el fútbol japonés es muy rápido. Si por ellos fuera, juegan los 90 minutos de arco a arco (risas).

Es muy vertical. A veces ello puede ser perjudicial y entonces trato de darle ese toque sudamericano. Como en el fútbol peruano, nos gusta tener la pelota, rotar, buscar espacios, asociarnos. Hemos formado un gran grupo en la reserva de Shimizu.

Y ahora un nuevo reto: afrontar la J1 League con el primer equipo de Shimizu.

Sí, muy feliz cuando me enteré de la noticia. A mitad de año ya entrenaba con el equipo mayor y mi representante, hace poco, me informa que me promoverán. No te imaginas la felicidad que me embargó. Mi madre no dejaba de llorar de felicidad. Mis padres son los que me impulsan para seguir.

¿Por cuánto tiempo has firmado con Shimizu?

Por dos años. Me está yendo muy bien en Japón. Quiero consolidarme. Ayudar al equipo a cumplir con los objetivos.  También aspiro a jugar en Europa, en la Premier League. Me gusta mucho el estilo de Virgil Van Dijk. Un zaguero con mucho temperamento y orden. 

Finalmente Erick, y agradeciéndote por el tiempo prestado, Alianza Lima se juega la vida este domingo ante Unión Comercio. ¿Algún mensaje para el plantel del profesor Pablo Bengoechea?

Estoy muy feliz por ellos. Alianza está jugando muy bien. Desde aquí los veo siempre. Queda solo un partido para que acabe el torneo y estoy seguro que vamos a campeonar. Algún día volveré al club de mis amores. Voy a esforzarme por estar allí, así como en la selección peruana. Es uno de mis sueños. No se me ha dado la oportunidad, pero sé que continuidad voy a llegar.

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