Carlos Cabello: "Perdí a mi madre a los 9 años y tuve que trabajar de niño para sobrevivir" [ENTREVISTA]
LA REVELACIÓN del torneo casero nos llevó al corazón de los barracones del Callao para confesarnos sus alegrías y tristezas a sus 21 años de edad. Carlos Cabello tiene una historia como para Netflix. Podría jugar en Sporting Cristal en el 2020 pero se declaró hincha acérrimo de Alianza Lima.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEscribe Diego Sotomayor Soto
Los avatares de la vida, insólita hasta el hartazgo, lo puso en el centro, por decirlo así, con apenas nueve años. Perdió a su madre sin entender el porqué de tamaño topetazo y así, entre interrogantes y necesidades, debió acompañar a su padre en mil y unas jornadas dejando botellas con leche de puerta en puerta.
Carlos Cabello, como se hizo conocido, ¡a secas!, entendió, de pronto, que la vida no es perfecta y que apenas tiene momentos maravillosos, esas ráfagas de felicidad que la memoria conserva incluso en la invasión de la nostalgia. Faltaron los libros, las tareas del colegio, era necesario priorizar el día a día, o simplemente, vivir...
De pronto, como suele suceder en algunas historias de telenovela, el chiquillo intrépido regresó al centro de los barracones del Callao, a su barrio “Guisse la 4”, un laberinto próspero que lo recuerda con especial cariño, volvió el futbolista, el profesional, el amigo de todos.
¿Qué te impulsa a volver a tus entrañas, por decirlo así, a tu barrio donde viviste y viste de todo?-La posibilidad de experimentar la felicidad, la felicidad total. Ahora vivo en San Miguel pero siempre me doy una vuelta por aquí. Ver a los niños correr para saludarme y a los más grandes, con los que te criaste, contentos porque cumplí mi sueño de ser futbolista, no tiene precio.
¿Y cómo sobrellevas los pasajes difíciles que experimentaste en tu niñez?-Sin lamentos ni quejas. Solo pienso que unos tienen más suerte que otros pero que, finalmente, cada quien es el soldado de su destino.
Para que la catarsis sea completa hay que elegir un momento de nuestras vida, ¿cuál es el pasaje que te marcó?-El día que mi madre falleció por una enfermedad. Se me fue cuando jugaba la final de la Copa Crema 2007 con nueve años de edad.
¿Y cómo capeaste el temporal?-Trabajando todos los días junto a mi padre, como repartidor de leche, gaseosas, hasta yogures.
¿Y en esas circunstancias solo se prioriza la necesidad de comer antes que los estudios?-Sí, porque se te acaba el tiempo, era fregado asistir a clases, faltaba mucho por la necesidad de trabajar y llevar dinero a casa; no podía dejar solo a mi padre con todo. Solo estudié hasta el segundo año secundaria en el Colegio Inmaculada Concepción que está por mi barrio.
¿Existe alguna marca de tu adolescencia?-El nacimiento de mi hijo Thiago, que lo tuve a los 15 años, ¿te imaginas? Fue otra de mis motivaciones, como hoy también lo es mi hija Chelsea, que nació hace poco.
¿Por qué tu paso por Sporting Cristal fue corto?-Yo jugaba en un equipo del barrio de Chacaritas, en el Callao, que se llamaba “Yo Calidad”. Una vez nos enfrentamos a Cristal en el torneo AFIM y les metí cuatro goles. El profesor Manuel Tasayco habla con mi papá y me llevó en el 2008 al Rímac. Pero era muy niño, tenía diez años y ahí solo entrenábamos. No se jugaban campeonatos.
¿Y tú querías otras vivencias, competir, probarte a otro nivel?-Claro, por ello mi papá me llevó al Cantolao para competir, jugar torneos y viajar.
¿Te volviste hincha de Sport Boys o Sporting Cristal?-De ninguno. Soy hincha de Alianza Lima de toda la vida.
¿Cómo te “recurseabas” para ir a los estadios del Callao a Matute?-A veces iba sin plata y afuera me “recurseaba” con mis amigos. Hacíamos unos desbande que ni te imaginas.
¿Esos “desbandes” te arrastraron a los problemas policiales?Sí. Una vez estuve detenido en la comisaría. Me acusaron de robo pero yo no había sido. El profe “Cachetada” Solís fue a sacarme. Tenía catorce años. Buena persona, por cierto. Siempre estuvo a mi lado aconsejándome, lo considero como un padre.
Perder la final de la Copa Perú 2015 contra La Bocana fue seguramente decepcionante para ti, ¿hay algún otro golpe similar?-Sí, no ser convocado a la sub-23 que participó en los Juegos Panamericanos.
¿Le encontraste alguna explicación a la decisión de Nolberto Solano?-Sabía que podía pasar porque en una selección nadie tiene el puesto comprado pero, claro, me había ilusionado.
¿Quizá te bajaron el dedo por pertenecer a Cantolao y no a un club grande?-No creo que eso haya pasado porque fueron jugadores de Binacional, Comercio y Municipal.
¿Por qué no firmaste por Sporting Cristal a mitad de año?-Porque el acuerdo de club a club no se dio. Cantolao quiso que me quede hasta final.
¿Pero querías jugar en Cristal o simplemente usarlo como trampolín a otro club?-Yo quería jugar en Cristal y dije la verdad, pero Cantolao me retuvo con el argumento de necesitarme hasta fin de año.
¿Qué te decía el profesor Ricardo Gareca en los microciclos de la sub-23?-El profesor miraba todos los miércoles los entrenamientos y al final charlaba con nosotros. Decía que cualquier que muestre y sostenga un buen nivel podría ser llamado a la selección absoluta.
¿Y todavía te la crees?-Me falta mucho por mejorar pero no niego que estoy viviendo un muy buen año. Estoy madurando con el apoyo de mi familia. Siempre me ayudan. Por ello digo que nunca dejamos de aprender en esta vida.