Bolsonaro tras destituir ministro de Salud: “Su visión era la vida, la mía incluía la economía y los empleos”
Coronavirus |Jair Bolsonaro preponderó la economía y la vuelta a los empleos para justificar la destitución de Luiz Henrique Mandetta, exministro de Salud de Brasil.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEra cuestión de tiempo. La tensa relación entre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su ahora exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta acabó con la sustitución del médico de 55 años y la investidura de su sucesor Nelson Teich, un reconocido oncólogo de 62 años.
Ahora bien, la investidura de Teich significó una oportunidad para que Jair Bolsonaro marque todavía más su distancia con el exministro de Salud. "La visión de Mandetta es la de la salud, de la vida. La mía, además de la vida, incluía la economía y los empleos", justificó el presidente de Brasil.
"Esa pelea por empezar a abrir el comercio es un riesgo que yo corro. Si se agrava la epidemia, eso cae en mi regazo. Pero yo pienso -y mucha gente está tomando conciencia de ello- que hay que abrir", insistió Bolsonaro.
Si bien el presidente de Brasil logró sacarse del camino a Mandetta, aquello no significa que logrará imponer su visión a los gobernadores de cada estado, en el que cada uno ha tomado la decisión que mejor le conviene para frenar la expansión de la pandemia del coronavirus.
Sao Paulo, el estado más poblado y el más afectado por el covid-19 (con más de 850 muertes y 11.500 contagios), extendió hasta el 10 de mayo la restricción de los servicios no esenciales.
Río de Janeiro, por su parte, prorrogó el aislamiento social hasta el 30 de abril. "Fue una mala idea (destituirlo), porque estaba haciendo un buen trabajo, transmitía seguridad a las personas", aseguró Marcelo Ferreira, un policía de la ciudad carioca.
Diferencias entre Bolsonaro y Mandetta
El exministro de Salud fue un ferviente defensor de las medidas de distanciamiento social y aislamiento mientras el presidente brasileño no estaba muy de acuerdo con dicha medida que, claramente, atenta contra la economía del país, la gran baza del mandatario ultraderechista.
Si bien Bolsonaro pidió a Mandetta que se alineara a su visión, la negativa del médico aumentó más la tensión al punto de significar su destitución hace unos días.
El uso de la cloroquina fue otro punto de tensión entre Bolsonaro y Mandetta. Tal cual Donald Trump, el presidente brasileño defendió el uso del fármaco y hasta recomendó suministrarlo cuando aparecían los primeros síntomas del coronavirus, sin embargo, el protocolo del Ministerio de Salud afirmaba lo contrario: solo debía usarse en casos graves y con paciente hospitalizados.