Trump buscaría cambiar un programa de ayuda para favorecer mayormente a personas blancas que denuncian discriminación, en lugar de a los más vulnerables.
El programa de refugiados en Estados Unidos, diseñado para brindar protección a quienes huyen de la persecución, podría sufrir cambios profundos bajo el gobierno de Donald Trump. Un informe reciente publicado por The New York Times indica que las modificaciones en estudio reducirían drásticamente la cantidad de personas admitidas y darían prioridad a ciertos grupos específicos, dejando a muchos fuera del sistema.
Trump evalúa cambiar drásticamente el sistema de refugiados.
Según documentos filtrados a The New York Times, el gobierno de Trump está analizando una revisión completa del sistema de refugiados estadounidense. Estas modificaciones, algunas ya en marcha, transformarían un programa que ha existido por décadas en un mecanismo que favorece principalmente a personas blancas, especialmente sudafricanos y europeos con posturas antiinmigración, y que hablan inglés.
La propuesta responde a una visión migratoria que busca limitar la entrada a quienes considera más compatibles con esa agenda, marginando a la mayoría de los refugiados tradicionales.
De acuerdo con las normas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), un refugiado es alguien que se encuentra fuera del país y que enfrenta persecución o un temor justificado de persecución en su lugar de origen.
Esta persecución puede basarse en la raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o la pertenencia a un grupo social específico. Para ser admitido, el solicitante debe pasar un riguroso proceso de evaluación antes de ser aceptado por el Programa de Admisión de Refugiados de EE. UU. (USRAP).
Una vez que una persona recibe el estatus de refugiado en Estados Unidos, puede vivir y trabajar legalmente en cualquier parte del país, gracias a la autorización de empleo que recibe pronto después de su llegada.
Además, tiene acceso a servicios básicos de reasentamiento durante los primeros meses, incluyendo ayuda con vivienda, alimentación y orientación. Después de un año, debe solicitar la residencia permanente legal, conocida como Green Card, y tiene el derecho a reunirse con ciertos familiares que quedaron en el extranjero. Los refugiados gozan de los mismos derechos fundamentales que otros residentes, como la libertad de expresión y religión, y deben cumplir con las leyes estadounidenses.