El Gobierno de EE. UU. planea ampliar la recolección de datos biométricos, incluyendo ADN y reconocimiento facial, para casi todos los solicitantes de visas.
El gobierno de Donald Trump busca reforzar su capacidad de identificación y deportación de inmigrantes. Para ello, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) propone una nueva regla que ampliaría de forma histórica la recolección de datos biométricos en solicitudes de visa y otros trámites migratorios en Estados Unidos.
Nuevas reglas biométricas en fronteras de EE. UU.
La medida eliminaría las actuales excepciones por edad, por lo que menores de 14 años y adultos mayores de 79 también deberán proporcionar datos biométricos. Además, el gobierno obtendría un perfil más detallado de cada solicitante, permitiendo un mayor control y seguimiento.
Los biométricos incluirán:
Según expertos citados por Newsweek, el ADN se utilizaría para comprobar vínculos familiares cuando no existan documentos válidos, una práctica que ya se ha aplicado en la frontera para detectar fraude en solicitudes de asilo.
USCIS podrá analizar el historial biométrico completo de cada persona sin importar el tipo de trámite, ampliando además el tiempo de retención de la información. Esto afectará a casi todos los inmigrantes, incluso a quienes poseen residencia permanente.
El DHS abrirá un período de comentarios públicos hasta el 2 de enero de 2026, antes de que la regla pueda aplicarse oficialmente.
Organizaciones como ACLU advierten que la expansión biométrica podría vulnerar la privacidad de millones de inmigrantes, convertir la información genética en herramienta de vigilancia y exponerse a filtraciones de datos sensibles.
Si la normativa se aprueba, los nuevos requisitos biométricos se aplicarían de manera progresiva a solicitantes de visas, peticiones familiares y trámites de residencia permanente. USCIS priorizaría a quienes deban verificar vínculos familiares o representen un historial migratorio incompleto.