Una anomalía climática sin precedentes dispara temperaturas propias de verano en pleno noviembre, tras una semana marcada por récords de frío en varios estados.
Una irrupción de temperaturas extraordinarias para noviembre mantiene bajo condiciones extremas a más de 100 millones de personas en el sur del país. El episodio llegó inmediatamente después de una semana marcada por récords de frío, creando un contraste abrupto que desconcertó a residentes y meteorólogos.
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Según la NOAA, todo se originó por un extenso domo de alta presión asentado sobre el Golfo de México. Esta estructura impide el avance de frentes fríos y arrastra aire cálido desde el sur, sosteniendo valores propios de finales de primavera. Entre el 17 y el 22 de noviembre, The Weather Channel proyecta más de 300 récords de calor entre Texas, Alabama, Georgia, Luisiana y Florida.
La ola de calor rompe récords y altera el clima de noviembre.
A esto se suma el desplazamiento inusual de la corriente en chorro hacia el norte y la continua influencia de La Niña, fenómeno que favorece otoños más secos y cálidos en la mitad sur del país. El resultado: varios días con máximas que superan ampliamente los promedios históricos para la temporada.
La ola de calor se concentra en:
También se reportan anomalías en sectores de Tennessee, Carolina del Sur y Mississippi. Ciudades como Houston, Dallas, Abilene, Lubbock y Austin registran temperaturas entre 29 °C y 32 °C (85–90 °F), niveles raramente vistos en noviembre. En Phoenix y Albuquerque se viven las primeras semanas de noviembre más cálidas de las que hay registro.
Mientras tanto, comunidades rurales del sur de Nuevo México, el norte de Texas y el noroeste de Florida reportan sensación térmica muy superior a la habitual, con registros entre 15 y 20 °C por encima del promedio estacional.
Los especialistas coinciden: la combinación de una dorsal de alta presión persistente, una corriente en chorro desplazada y la presencia de La Niña configura el escenario perfecto para un "otoño caliente". La NOAA detalló que esta configuración limita la llegada de masas de aire polar, permitiendo que el aire subtropical domine gran parte del sur y sureste. Este comportamiento coincide con periodos anteriores influenciados por La Niña, que suelen provocar inviernos menos fríos en la región y una mayor recurrencia de extremos térmicos.
Entre los eventos más notables registrados hasta el 18 de noviembre:
La NOAA estima que algunas áreas registran anomalías térmicas de 10 a 15 °C (18–27 °F) por encima del promedio. El cambio brusco responde al fenómeno conocido como weather whiplash, que describe oscilaciones rápidas y extremas entre masas de aire frío y cálido. La semana previa a la ola de calor se contabilizaron más de 80 récords de frío, incluyendo la mínima histórica en noviembre en Macon, Georgia, con -3,9 °C, un valor que no se registraba desde 1925.
Las autoridades reportan afectaciones en múltiples ámbitos:
El Departamento de Salud de Georgia pidió extremar precauciones y seguir las recomendaciones oficiales.
NOAA y el Servicio Meteorológico Nacional aconsejan:
El evento mantendrá su punto máximo hasta el 22 de noviembre, con descenso gradual a medida que la alta presión pierda fuerza. Es posible que el retorno de aire frío venga acompañado de tormentas, fuertes vientos y cambios súbitos de temperatura. A finales de noviembre e inicios de diciembre se espera una alternancia entre aire cálido y frío, típica de una fase activa de La Niña.
La fase fría del ENSO altera la circulación atmosférica y el recorrido de la corriente en chorro, creando patrones que favorecen calor y sequedad en el sur del país. La NOAA explica que este comportamiento encaja dentro de la variabilidad natural, aunque reconoce que estos extremos se han vuelto más frecuentes y prolongados.
Aunque la ola de calor responde a fenómenos naturales bien documentados, expertos señalan que la mayor recurrencia de episodios extremos coincide con lo esperado bajo escenarios de calentamiento global. La NOAA confirma que los registros a largo plazo muestran una tendencia ascendente en eventos de calor fuera de estación.
En las próximas semanas, la región podría enfrentar nuevas oscilaciones abruptas e incluso irrupciones invernales tempranas. Las autoridades piden mantenerse atentos a pronósticos oficiales y revisar planes familiares para calor, tormentas o frío intenso mientras persistan los efectos de La Niña.