La investigación sobre un exagente de la CBP evidencia un esquema con cómplices en México que debilitó la seguridad fronteriza y la confianza en la policía.
Un antiguo oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en Estados Unidos recibió una condena de varios años de prisión después de que un tribunal determinara que permitió el cruce irregular de vehículos sin revisión en un punto de control ubicado en Arizona. Este caso vuelve a subrayar la seriedad de la corrupción dentro de las agencias de seguridad nacional y demuestra la respuesta contundente del sistema judicial frente a este tipo de delitos.
Según un comunicado del Departamento de Justicia, Jorge J. Jiménez, de 54 años y residente de Nogales, Arizona, recibió una condena de 78 meses de prisión, equivalentes a 6,5 años, y una multa de 15.100 dólares, tras ser hallado culpable de conspiración para cometer fraude por servicios honestos a través de medios electrónicos.
La pena fue impuesta el 30 de octubre y refleja, según los fiscales, la gravedad de sus acciones, las cuales comprometieron la integridad del sistema de control fronterizo.
Durante el juicio, los fiscales detallaron que Jiménez, quien trabajaba en la CBP desde 2010, permitía que ciertos vehículos cruzaran por su carril sin inspección a cambio de sobornos. La operación se realizaba en coordinación con al menos dos personas en México, quienes gestionaban los pagos en efectivo, de los cuales Jiménez recibía su parte.
Además de permitir el paso de vehículos, el exagente compartía información interna sobre las actividades del puesto de control, lo que facilitaba la operación criminal. La evidencia presentada resaltó que la comunicación constante con sus cómplices era clave para mantener el esquema fraudulento.
Exagente de la Patrulla Fronteriza, culpable de corrupción en la frontera de Arizona.
El caso fue investigado por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y por el FBI. La Fiscalía Federal del Distrito de Arizona, en Tucson, llevó adelante la acusación. Heith Janke, agente especial a cargo del FBI en Phoenix, señaló: "Cuando un agente incumple su juramento y perjudica a quienes prometió proteger, traiciona no solo a la comunidad, sino también a quienes portan la placa".
El FBI mantiene su compromiso de colaborar con sus aliados e investigar estos casos para proteger al pueblo estadounidense y preservar la confianza pública en las fuerzas del orden. Según los fiscales, Jiménez esperaba recibir alrededor de 20.000 dólares mediante los pagos gestionados desde México, un monto que reflejaba la magnitud de la corrupción.